Un estudio sobre la actualización del Plan Sur de València alerta acerca de los riesgos de que la capital experimente una nueva inundación catastrófica. Según este informe de 52 páginas «València está jugando a la ruleta rusa de la gota fría» ya que la probabilidad de una nueva riada para 2014 ya era del 88%.
El informe, que se puede consultar aquí, explica que la estimación de caudal máximo de la riada oscila entre los 3.700 y los 10.000m/s. Mientras que el cauce nuevo del Túria tiene una capacidad de avenamiento de 5.000m/s. Es decir, que la capacidad del nuevo cauce estaría por debajo de repetirse las circunstancias de 1957.
También se detalla como la propia Confederación Hidrográfica del Júcar reconoció que dicho cauce no alcanza la capacidad con la que se diseñó, siendo sus estimaciones actuales de 3.700m/s. La misma cifra que se reconoció en 1957 como máximo oficial de la riada.
Este documento elaborado por el grupo de análisis «Impulso a València» fue elaborado por Gaspar Llinares, Martín Quirós, Vicente Fullana, Ramón Domenech, Óscar Peris, Antonio García, Mª José Adalid y José Pellicer para el Ateneo Mercantil de València. En sus conclusiones asegura que quizás el nuevo cauce no podría evacuar una riada como la del 57.

El dique que separa el cauce nuevo del Túria con el viejo : un punto crítico
Los firmantes del informe aseguran que la mota que separan ambos cauces del río tiene una importancia crítica. Ya que si hubiera un rebasamiento a la altura de la mota (o muro de contención), «incluso una pequeña inundación» tendría resultados catastróficos. De hecho, asegura que en caso de rotura, la situación provocaría una nueva riada que dejaría una muy crítica para la ciudad.
Entre las propuestas para mejora extraídas del estudio, aseguran la necesidad de estudiar y analizar la capacidad de avenamiento del cauce del Túria en el tramo bajo a partir de Loriguilla, especialmente a la altura de Quart de Poblet. En caso de que la fuerza de la curva destruyera la mota avanzaría hacia Mislata y ocuparía los túneles del metro y el ferrocarril, asi como toda la longitud del antiguo cauce. Anegando y quizás arrasando el Bioparc, el Palau de la Música, y la Ciudad de las Artes y la Ciencias.
Otro dato preocupante que detalla específicamente este informe es el que se refiere a lo ocurrido en la riada: » Dado que la mayoría de fallecidos en la riada fueron a causa que la crecida les sorprendió de forma inesperada, resulta llamativa la falta de disponibilidad de datos y registros por la carencia de una red mallada de estaciones pluviométricas que abarcara la totalidad de la cuenca del río Túria y la cuenca baja.
Cabe destacar que las últimas riadas que ha sufrido la ciudad de València ha sido en 1897, 1949 y 1957.






