El vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha avanzado este viernes que el Ayuntamiento de València está estudiando implementar contenedores marrones inteligentes para «mejorar la recogida selectiva de residuos orgánicos» y tener «más control de lo que se deposita en cada contenedor. «La instalación de estos contenedores permitirá avanzar en la identificación del usuario a la hora de depositar los bioresiduos en la vía pública» ha señalado el edil en la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno Local, en la que se aprobado aceptar la ayuda de la Unión Europea para el proyecto.
Concretamente, estos contenedores dejarán de tener la tapa abierta, como en la inmensa mayoría de los ayuntamientos, y tendrán que ser abiertos mediante una tarjeta identificativa o una aplicación móvil. Es decir, cuando alguna persona quiera depositar una bolsa de basura con residuos orgánicos deberá utilizar este sistema inteligente que identificará a la persona que lo deposite.
«Como no hay una identificación de usuario, todavía observamos muchos residuos impropios, a diferencia de otros sistemas como el de puerta a puerta, que tienen más control y la gente tiene más cuidado” ha indicado.
Sin embargo, todavía no hay una fecha exacta en la que se empezará a implementar esta iniciativa, ya que Campillo ha asegurado que es «complejo» porque «se tiene que introducir en todas las casas y hay muchas familias» en la capital del Turia. En este sentido, ha explicado que este proyecto supondrá una inversión total de 3,7 millones de euros, de los que 700.000 euros serán financiados por fondos europeos Next Generation.
A aquellas personas que no depositen bien estos residuos orgánicos, una vez instalados los contenedores inteligentes, se le explicará el mecanismo y se les proporcionará información particular de cómo «hacer las cosas bien». «Es una oportunidad para reducir residuos impropios en los diferentes contenedores» ha precisado el titular de Ecología Urbana, que también ha explicado este método abre la posibilidad de “premiar los comportamientos positivos” de los usuarios, como en los ecoparques que se obtiene un descuento en la tasa TAMER que se paga en el recibo del agua.
40 compostadoras de bioresiduos
El titular de Ecología Urbana también ha informado que el Ayuntamiento ha obtenido otra subvención comunitaria para comprar 40 compostadoras de bioresiduos, que serán distribuidas entre comunidades escolares y gestoras de huertos urbanos. Los fondos Next Generation aportan 25.109 euros de una inversión total de 74.052 euros. Esta medida facilitará el tratamiento in situ de la basura y ahorrará desplazamientos.
