El Ayuntamiento de Alfafar ha dado un paso más en la recuperación de sus infraestructuras educativas con una reunión celebrada en el CEIP Orba el pasado 12 de agosto. En el encuentro de trabajo participaron representantes de la Conselleria de Educación, la dirección facultativa del proyecto y la empresa adjudicataria de las obras. Según informaron fuentes municipales, el encuentro sirvió para coordinar el proceso previo a la demolición del centro, gravemente afectado por la DANA.
Durante la visita a las instalaciones, las partes implicadas revisaron cuestiones técnicas esenciales para el correcto desarrollo de los trabajos, entre ellas la verificación de que las acometidas de luz, agua y otros suministros ya se encuentran dadas de baja, con el objetivo de evitar riesgos durante la futura demolición.
Asimismo, se acordó un calendario de actuaciones iniciales que incluye la limpieza de la parcela y la retirada de enseres, mobiliario y residuos. Estas tareas permitirán acondicionar el espacio para la entrada de la maquinaria pesada.
La decisión de derribar el CEIP Orba responde a la imposibilidad de recuperar sus instalaciones después de los graves daños que causó la DANA, que comprometieron la estructura y la seguridad del edificio. Desde el consistorio recuerdan que, desde las inundaciones, se ha trabajado en coordinación con la administración autonómica para garantizar la seguridad de la comunidad educativa y asegurar la continuidad del servicio escolar en otras dependencias municipales y centros de la localidad.
Según lo previsto, los trabajos previos comenzarán la próxima semana y se prolongarán durante varias semanas antes de dar inicio a la fase de demolición propiamente dicha. Este procedimiento escalonado permitirá minimizar molestias y garantizar que todo se ejecute de acuerdo con las medidas de seguridad y la normativa vigente.
El alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, destacó la importancia de este paso: «El CEIP Orba ha sido un referente educativo para muchas generaciones en nuestro municipio, pero la DANA dejó unas secuelas irreparables en su estructura. La demolición es un paso necesario para poder mirar hacia el futuro y ofrecer a nuestro alumnado unas instalaciones modernas, seguras y adaptadas a las necesidades actuales».
Desde la Conselleria de Educación también se ha subrayado la colaboración institucional que ha hecho posible agilizar los plazos y coordinar a todos los agentes implicados en el proyecto.
