Los niños y niñas de cinco años que se infectaron con el virus de la covid-19 durante la gestación antes de las primeras vacunaciones presentan un 10% más de probabilidades de sufrir retrasos en el desarrollo cognitivo, sobre todo en memoria y aprendizaje. Se trata de la principal conclusión de un estudio pionero dirigido por el Instituto de Neurociencias del CSIC, con sede en Sant Joan d’Alacant y vinculado a la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
El trabajo, coordinado por el Grupo de Neurobiología de Enfermedades Mentales, se publicó en la revista Cellular and Molecular Life Sciences en 2023 y ha sido confirmado durante 2025 con nuevas investigaciones internacionales, ahora que los menores infectados en el útero rondan los cinco años.
Según explica el neurocientífico Salvador Martínez, investigador principal, la semana 20 de embarazo es clave para la formación de la corteza cerebral, etapa en la que interviene la proteína ACE2. Esta proteína, receptor del coronavirus, permite la entrada del SARS-CoV-2 en neuronas todavía inmaduras al carecer de barrera hematoencefálica.
El análisis de cerebros de fetos de 20 semanas, donados tras abortos espontáneos en 2020, reveló que el virus afectaba de manera localizada al hipocampo, zona esencial para la memoria. En casos de infección congénita con alta carga viral y hospitalización de la madre, se elevó el riesgo de alteraciones que podrían derivar en trastornos del espectro autista, déficit de atención, hiperactividad u otros problemas de aprendizaje no ligados a síndromes específicos.
Estudios epidemiológicos posteriores confirman un aumento del 10% en el déficit cognitivo respecto a nacidos en condiciones similares antes y después de la pandemia. Sin embargo, este retraso fue menor en hijos de madres vacunadas, al reducirse la carga viral.
Martínez subraya que ahora empiezan a apreciarse estos efectos porque los niños cumplen cinco años, edad en la que el hipocampo resulta esencial para el aprendizaje.
El investigador, catedrático de Anatomía y Embriología Humana en la UMH, cuenta con una destacada trayectoria internacional, incluyendo docencia en el Institut Pasteur de París y la dirección del Instituto de Neurociencias entre 2016 y 2020. Además de este estudio, lidera ensayos innovadores, como terapias con células madre para frenar la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o la producción de células neuronales a partir de dientes de leche en tratamientos personalizados contra enfermedades raras del sistema nervioso.
