El Conseller de Medio Ambiente e Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, ha afirmado que el informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) aportado a Les Corts ratifica lo dicho por la Generalitat «desde el primer día»: que el barranco del Poyo no se vigiló con «la atención debida» y no hubo información sobre la crecida de su caudal.
Así se ha pronunciado Mus sobre el documento remitido por la CHJ a Les Corts Valencianes, y al que ha tenido acceso EFE, en el que este organismo estatal señala que la mayoría de agentes medioambientales dependientes del mismo que trabajaron el pasado 29 de octubre lo hizo en turno de mañana y que, en su conjunto, abandonaron la zona cero entre las 15 y las 17 horas.
«Yo creo que el informe es muy claro y no necesita interpretación alguna porque dice muy claro que, de la cincuentena de agentes medioambientales, sólo había diez trabajando ese día y que a las 17.00 horas no quedaba ya ninguno pendiente de la zona», ha declarado el conseller, quien ha destacado que «esto es lo que la propia Confederación dice desgraciadamente diez meses después».
«Tardando demasiado en conocer la realidad»
Mus ha lamentado que se esté «tardando demasiado en conocer la realidad» de lo sucedido aquel día, y ha sostenido que «ha habido un humo intoxicativo informativo durante muchos meses» que «se va disipando y conociendo una realidad que, casualmente, coincide con lo que viene comentando la Generalitat desde el primer día».
«No había la atención debida, el sistema de alerta temprana no funcionaba y, lo que me parece más grave, que hoy en día sigue sin funcionar, casi un año después de la dana», ha insistido, y ha alertado de que la Comunitat Valenciana no dispone de «los mecanismos que, si hubieran estado desde el primer día, habrían ayudado a prevenir».
«La discusión que nos ha ocupado estos meses de si se estaba vigilando el barranco del Poyo, hoy queda zanjada, y ya no queda ninguna duda de a quién correspondía vigilar esas avenidas de agua. La gente que tenía que vigilar esto no estaba allí, no quedaba nadie a las 17.00 horas del día de la dana, y los que hubo antes no fijaron el foco del peligro en el barranco del Poyo, que es el que causó el desastre», ha manifestado.
Informe CHJ
A su juicio, el informe de la Confederación que ha salido este miércoles a la luz «ratifica cada frase» explicada estos meses por la Generalitat sobre «cuáles eran las circunstancias y con qué información se contaba ese día, y en base a la que se tomaban decisiones», y ha defendido: «No se puede tomar decisiones sobre algo de lo que no se dispone información».
«Hoy queda claro una vez más, y esta vez en un documento con membrete de la CHJ, cuál era el nivel de alerta que tenía la Confederación ese día sobre la rambla del Poyo, que era prácticamente nula. De todas las llamadas de Miguel Polo -presidente de la CHJ- que incluye el informe, prácticamente ninguna va dirigida a organismos de la Generalitat. Y la única que parece que sí lo hace es para, a mediodía, decir que la cosa está remitiendo», ha dicho el conseller Mus.
En su opinión, «quedan muchas explicaciones por dar y muchas responsabilidades por asumir», y se ha mostrado «convencido de que cada uno acabará donde toca».
