A partir de 2026, los trabajadores verán un pequeño ajuste en sus nóminas tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la actualización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un instrumento destinado a reforzar las cuentas del sistema público de pensiones.
La medida fija una subida progresiva de la aportación, que alcanzará el 0,90 % de la base de cotización, repartida entre empresa (0,75 %) y trabajador (0,15 %). En la práctica, supondrá una deducción anual máxima de unos 95 € para quienes cotizan por la base más alta, y de alrededor de 42 € para quienes tienen una base cercana a 28.000 €.
El cambio se aplicará automáticamente por la Tesorería General de la Seguridad Social y no requerirá ningún trámite adicional. Sin embargo, esta aportación no computará para el cálculo de futuras pensiones, ya que su finalidad es exclusivamente reforzar el fondo común del sistema.
Fuentes del Gobierno defienden que la medida es clave para asegurar la sostenibilidad del sistema ante el envejecimiento de la población, mientras que distintos analistas subrayan que, aunque el impacto es leve, llega en un momento de pérdida de poder adquisitivo para muchos trabajadores.






