La Conselleria de Educación ha confirmado que la media del examen de Valenciano en la PAU de junio fue 5,583, la más baja de todas las materias de la fase general.
Al tratarse de una prueba obligatoria, ese resultado arrastra la media de la fase general y, por extensión, la nota de acceso a la universidad, que se calcula a partir de esa parte común más las ponderaciones específicas.
El conseller José Antonio Rovira sostiene que el alumnado de la Comunitat Valenciana afronta un examen adicional respecto a comunidades sin lengua cooficial, lo que, a su juicio, los sitúa en desventaja.
De ahí su planteamiento de ajustar la estructura de la fase obligatoria para que el estudiantado compita en igualdad de condiciones, sin suprimir el valenciano pero modulando su peso en la nota final.
Datos por asignaturas
Los datos por asignaturas muestran una brecha clara. En la fase general, Inglés alcanzó una media de 7,614; Dibujo Artístico, 7,722; Análisis Musical, 7,317; Artes Escénicas, 7,071; Historia de la Filosofía, 7,104; Latín, 6,226; Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales, 6,152; Lengua Castellana y Literatura, 6,121; e Historia de España, 5,883. Frente a ellas, el 5,583 de Valenciano cierra la tabla y, por simple arrastre estadístico, reduce la media conjunta de la fase general.
Inferioridad de condiciones
Para corregir ese desequilibrio, Educación ha propuesto a los Ministerios de Educación y Universidades modificar el Real Decreto que regula la PAU.
La idea es que en la fase obligatoria se hagan cuatro exámenes, como en los territorios sin cooficialidad, con dos vías: poder elegir entre examinarse de Lengua Castellana y Literatura o de Lengua Cooficial y Literatura; o, si el alumnado decide presentarse a ambas, que solo compute la calificación más alta de las dos en la media de acceso.
El conseller subraya que no se trata de eliminar el valenciano. Defiende que el idioma es riqueza y que su promoción ya se impulsa por otras vías, como las certificaciones automáticas de títulos, que han reducido las solicitudes de exención en zonas castellanohablantes. El objetivo, insiste, es homogeneizar la carga evaluativa sin desincentivar el aprendizaje y uso de la lengua propia.
La propuesta se apoya en un precedente dentro de la propia PAU: en la fase obligatoria ya existe la opción de elegir entre Historia de la Filosofía o Historia de España. Educación plantea aplicar un criterio similar en el bloque de lenguas para evitar que un examen extra penalice la media de quienes cursan en comunidades con lengua cooficial.
Descenso de 1,4 puntos
Las estadísticas añaden contexto: en los últimos cuatro años la media de Valenciano en la convocatoria ordinaria ha caído 1,401 puntos. En 2021, con la máxima optatividad derivada de la covid, el alumnado podía concentrarse en parte del temario; desde 2025 el Ministerio suprimió esa opción y se volvió al temario completo. Ese cambio de modelo, unido al carácter obligatorio de la materia, ayuda a explicar un retroceso que termina repercutiendo en la media general.
El informe oficial del Ministerio de Universidades sobre la PAU 2024 sitúa a la Comunitat Valenciana, Cataluña y Baleares a la cola de la media de la fase general, con notas de acceso de 6,81; 6,75 y 6,41, respectivamente. La media nacional se queda en 7,01 y el máximo autonómico alcanza 7,4 en Cantabria. La propia estadística advierte de una gran variabilidad en los sobresalientes, del 15,1% en Extremadura al 1,9% en Illes Balears.
Esa dispersión tiene efectos prácticos: influye en el acceso a la universidad y se nota más en las titulaciones con notas de corte altas. En ese escenario, una calificación baja en un examen obligatorio puede empujar hacia abajo el listado de admitidos en los grados más demandados, de ahí la insistencia de la Conselleria en revisar el cómputo de las lenguas para equiparar el número de exámenes obligatorios sin restar presencia al valenciano.






