España se impuso a Georgia en Elche con dos tantos. Yeremi Pino firmó el primero. Tras el encuentro, el extremo subrayó que el equipo no acusó las numerosas bajas por lesión. Esto se logró gracias a que los mecanismos de juego están interiorizados y cada futbolista conoce su rol dentro del plan.
Pino insistió en que todos suman. Además, salga quien salga, cumple porque la estructura está clara. Bajo el mando de Luis de la Fuente, la selección ha consolidado un funcionamiento reconocible. Esto permite mantener el nivel independientemente de las rotaciones, un punto clave en una fase de clasificación exigente.
El canario se mostró orgulloso de formar parte de un vestuario campeón de Europa y aspirante al Mundial 2026. Reclamó seguir trabajando para cerrar cuanto antes la presencia en la gran cita. Este mensaje refuerza la idea de que la victoria ante Georgia empuja hacia ese objetivo sin dar nada por hecho.
Elogios a Pedri y gol liberador
El Martínez Valero ovacionó a Pedri en varias acciones y de sus botas nació la jugada del 1-0. Pino lo definió como un futbolista de talla mundial y destacó que con él es fácil asociarse porque ofrece soluciones y acelera las jugadas. Esa conexión explica la claridad con la que España encontró el camino al gol.
En lo personal, el atacante del Crystal Palace admitió que necesitaba marcar tras varios partidos sin ver portería. Considera que el tanto refuerza su confianza y le ayuda a mantener la continuidad competitiva. Esto es crucial en la selección, donde la competencia interna empuja a todos a rendir al máximo.
La celebración tuvo un guiño especial: corrió a abrazar a Álex Baena, que no estaba sobre el césped, recordando los años compartidos en el Villarreal. Pino quiso compartir el momento con quien considera su mejor amigo en el fútbol, muestra de un grupo unido más allá del once inicial.
Mirando a lo inmediato, el mensaje del extremo es de calma y exigencia: sostener los automatismos, cuidar los detalles y seguir sumando. Para Pino, la solidez colectiva, las soluciones desde el banquillo, y la capacidad para adaptarse a las bajas son las bases de un equipo que quiere llegar con garantías al Mundial 2026.






