Cullera recupera poco a poco la normalidad después de una tromba que descargó con mucha intensidad justo cuando el municipio había pasado de alerta naranja a amarilla. El episodio, concentrado en aproximadamente media hora, sorprendió por su virulencia y obligó a elevar de nuevo el nivel de riesgo. Pese a la fuerza de la lluvia, no se registraron incidencias de relevancia y el casco urbano no resultó afectado.
Según los datos de la Asociación Valenciana de Meteorología (Avamet), un núcleo muy activo dejó 71 litros por metro cuadrado en Cullera y 57 en el Marenyet de Cullera. La lluvia más intensa se registró a primeras horas de la mañana en la pedanía del Brosquil. Tras varios días de precipitaciones, el terreno, las acequias y las escorrentías estaban saturados, de modo que un chaparrón breve bastó para provocar anegamientos puntuales y retrasar el drenaje natural.
Zonas afectadas y medidas de seguridad
Los caminos más perjudicados fueron el del Coma y, de forma parcial, el del Pilón, donde se pidió evitar desplazamientos por la presencia de balsas de agua. La Policía Local señalizó los tramos de difícil acceso y el Ayuntamiento informó a los vecinos, con especial atención a quienes residen en casas de campo. Acto seguido, Aemet elevó de nuevo la alerta a naranja, una decisión coherente con la intensidad observada, y la mantuvo hasta el mediodía; después volvió a amarilla hasta la noche ante la persistencia de la inestabilidad asociada a la DANA.
La intervención en vía pública permitió restablecer la circulación en la mayor parte de caminos en pocas horas. Aun así, en algunos puntos persisten acumulaciones de agua a la espera de que las acequias desagüen por completo. Se recomienda prudencia al transitar por vías rurales mientras el suelo recupera capacidad de absorción y los cauces bajan su nivel, ya que la saturación incrementa el riesgo de nuevas balsas con cualquier chubasco.
Como medida de prevención, el Ayuntamiento suspendió la procesión de los festivales MarEney de Sant Llorenç y el posterior castillo de fuegos artificiales. El alternarse de avisos entre naranja y amarillo durante la mañana desaconsejó la celebración de actividades al aire libre. La prioridad municipal ha sido evitar concentraciones y minimizar riesgos mientras se mantiene la previsión de lluvias hasta la noche.






