Un año después de las riadas del 29 de octubre, el 85 % de las empresas ubicadas en los polígonos industriales de los 14 municipios más afectados ha recuperado la actividad.
El 5,8 % cerró por la DANA y un 9,2 % lo hizo por otros motivos, una fotografía que combina reactivación mayoritaria con cierres que se consolidan.
Balance
El balance procede de un informe de la Cámara de Comercio de Valencia que toma el pulso a la zona cero y confirma que la recuperación avanza, aunque con cicatrices. La lectura general es que la actividad repunta en términos cuantitativos, pero con brechas por sectores y con daños aún visibles en muchos negocios.
Entre los termómetros de la reactivación, el consumo eléctrico empresarial repunta, las contrataciones ya superan las de 2024, las afiliaciones a la Seguridad Social están por encima de hace un año y las matriculaciones de vehículos industriales vuelven a crecer. Son indicadores ligados a producción, logística y empleo que sugieren una vuelta progresiva a ritmos previos a la inundación.
En financiación, los primeros compases se sostuvieron con fondos propios y donaciones privadas. Las ayudas públicas se han tramitado con una rapidez poco habitual, pero cuatro de cada diez empresas siguen a la espera de alguna de las ayudas solicitadas. Esa brecha de cobros lastra la caja, alarga reparaciones y obliga a priorizar gastos.
Comercio, el eslabón más lento
La recuperación es más lenta en el comercio que en la industria. El 70 % de los establecimientos ha reabierto, un 10 % continúa en obras y el 20 % permanece cerrado. La industria ha conseguido estabilizar antes su operativa, mientras el comercio, más dependiente del estado del local y del flujo de clientes en su entorno, arrastra más obstáculos.
Siete de cada diez negocios sufrieron daños graves o muy graves que les obligaron a cerrar diez o más semanas. Se acumulan desperfectos en cerramientos como tabiques y puertas, maquinaria, mobiliario, mercancías almacenadas, instalaciones eléctricas y sistemas de climatización o frío.
La pérdida de stock y la sustitución de equipos encarecen la reapertura, reducen márgenes y ralentizan la normalización de horarios y servicios.
Las pérdidas medias por negocio rondan los 61.000 euros; en la mitad de los comercios se sitúan entre 30.000 y 100.000 euros. Solo el 10 % afrontó las reparaciones sin ayudas públicas, el 60 % sigue pendiente de algún cobro y únicamente el 30 % ha percibido la totalidad. Esta fragilidad financiera condiciona nuevas inversiones, reposición de mercancía y contratación.
Fondos, reparto y hoja de ruta
El reparto del Consorcio de Compensación de Seguros refleja la huella del agua: el 32 % se destinó a automóviles, el 29 % a viviendas y comunidades de propietarios (con mayor peso en Catarroja, Paiporta, Aldaia y Alfafar), el 21 % a comercios y almacenes (principalmente en Catarroja, Aldaia, Alfafar y Paiporta) y el 17 % a riesgos industriales (sobre todo en Riba-roja, Alaquàs, Beniparrell y Massanassa). El patrón muestra que los daños se concentraron de forma distinta según zonas y usos.
En ayudas económicas de la Generalitat y el Gobierno de España, de un total de 5.075,7 millones de euros, el 67,1 % se ha dirigido a infraestructuras, el 17 % a empresas, el 8,5 % a familias y el 7,2 % a vehículos. Priorizar carreteras, saneamiento y servicios básicos acelera la normalidad general, pero para consolidar la recuperación empresarial es clave que los apoyos lleguen a tiempo y cubran también el lucro cesante.
Propuestas
Entre las propuestas, Cámara Valencia plantea reforzar el personal técnico de los ayuntamientos, crear una plataforma supramunicipal para agilizar trámites, acelerar las compensaciones del Consorcio e incluir pérdidas por lucro cesante, invertir en polígonos y embellecimiento urbano, ejecutar obras hidráulicas urgentes, ampliar la asistencia psicológica y rehabilitar espacios públicos con valor simbólico.
La organización defiende un plan de futuro que reactive ejes comerciales con un urbanismo moderno y con capacidad de crecimiento, y confía en que Valencia consolide un papel de referente europeo por su sistema de alertas y su capacidad de reconstrucción.
La foto final es de una recuperación sostenida pero incompleta: la industria tira del conjunto, el comercio aún se recompone y la llegada efectiva de las ayudas y las obras pendientes marcarán el ritmo de los próximos meses.






