Las inundaciones del 29 de octubre en Valencia destrozaron también la memoria fotográfica de cientos de hogares. Durante el último año, equipos de la Universitat Politècnica de València han estado recuperando y digitalizando ese patrimonio doméstico para que sirva de testimonio y para que las futuras generaciones no olviden lo ocurrido.
Los especialistas han trabajado con materiales muy deteriorados por el agua, el barro y el tiempo de espera hasta poder entrar en muchas viviendas. La conservación, la limpieza y la restitución digital han permitido estabilizar archivos que, de otro modo, se habrían perdido para siempre, y facilitar su acceso a todas las personas de cada familia.
Una memoria familiar salvada del agua
Parte de esos archivos pertenecen a la familia de Juan Carlos Muñoz. Sus álbumes estaban guardados en un trastero del semisótano de la antigua casa de su abuela, en Albal, en la llamada ‘zona cero’ de la DANA. Cuando pudieron acceder a la vivienda, un mes después, encontraron todo ‘desperdigado’ y parte todavía bajo una lámina de agua. Juan Carlos lo recuerda así: ‘No íbamos con entusiasmo ni con altas expectativas y una de las cosas que encontramos fueron todas las fotos o al menos la mayoría, echas un desastre’.
La familia escurrió los álbumes y los puso a secar, pero pronto vio que el papel hinchado y las emulsiones pegadas hacían inviable el arreglo doméstico. ‘Pero nos dimos cuenta de que nosotros no podíamos arreglarlo porque algunos los despegabas y las fotos se rompían, otros se estaban deshaciendo’, relata, además de señalar que muchas imágenes presentaban hongos.
El material fue recogido por personal de la universidad, que logró recuperar parte del archivo y digitalizarlo, dándole una ‘vida nueva’. El resultado se ve hoy en el chalé familiar de Llíria, donde se tomaron muchas de las imágenes rescatadas. ‘De los años 60 de los 70, gente que yo no he llegado a conocer, que vive solo por foto, y gente que has conocido toda tu vida y que ya no están y hubiese sido una pena tremenda dejar de tenerlos’, resume. La recepción en casa ha sido de ‘mucha alegría’ por unos recuerdos que habían quedado ‘olvidados’ en el trastero y que ahora se comparten entre varias generaciones.
Testimonio y alerta frente a la DANA
Las fotos conservan la ‘marca dana’: manchas, bordes ondulados o pequeños defectos que ya forman parte de su historia. Para Juan Carlos, además de recordar lo vivido el 29 de octubre, esas imágenes advierten de que estas situaciones ‘pasan’, que ‘no son una excepción’ y que ‘la probabilidad aumenta con el cambio climático y que hay que estar ahí y exigir medidas de mitigación y de adaptación reales’.
El archivo de su familia es una parte de las 340.000 fotografías recuperadas por la Universitat Politècnica de València gracias a técnicas digitales y de inteligencia artificial. Corresponden a más de 3.000 álbumes de cerca de 400 familias afectadas por la DANA. Este trabajo colectivo ha permitido reunir y poner en valor un patrimonio íntimo que, una vez digitalizado, se preserva mejor y se comparte con todos los allegados, reduciendo el riesgo de nuevas pérdidas.
Además, una exposición en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) de Valencia, visitable hasta el próximo 2 de noviembre, muestra el proceso de conservación, limpieza y restitución digital aplicado al material recuperado en la zona afectada por la DANA. Mientras tanto, la familia de Juan Carlos busca ahora un lugar seguro donde guardar todo lo que se salvó para ‘no volver a perderlo’.
