PP y Vox han aprobado en la comisión de Medio Ambiente de Les Corts pedir al Consell que fomente medidas educativas para transmitir conocimientos básicos sobre la práctica cinegética y sus valores culturales y naturales. El plan ha puesto el foco en la juventud e incluye charlas en centros educativos, convivencias, campamentos, actividades extraescolares y talleres didácticos.
La iniciativa, presentada por Vox y apoyada por el PP, ha defendido fomentar una cultura de caza responsable y facilitar el relevo generacional. Sus promotores han sostenido que incorporar a cazadores jóvenes en la ecuación cinegética les convierte en parte de la solución en tareas de gestión, control de especies, mantenimiento de ecosistemas y estudio, y por ello han planteado abrir espacios formativos y divulgativos vinculados a la actividad.
El texto ha detallado intervenciones para hablar de caza en los centros, la celebración de cursos específicos para jóvenes y propuestas prácticas. También ha planteado medidas formativas para ‘favorecer el aprendizaje de habilidades relacionadas con la práctica de la caza (aprendizaje a través de la práctica)’. En paralelo, ha propuesto una campaña de promoción que ‘se difunda correctamente la razón de ser del cazador entre los jóvenes para crear una imagen social positiva del colectivo’. Además, se ha pedido promocionar cacerías y tiradas deportivas para gente joven, lanzar precios especiales y diseñar bonos que faciliten su acceso.
El paquete mezcla divulgación en el entorno escolar con aprendizaje práctico y campañas de imagen, así como incentivos económicos como bonos y precios reducidos. El objetivo que se deduce del texto es atraer a nuevos practicantes y normalizar la actividad entre la juventud, conectándola con la gestión del medio natural. El acuerdo se limita a instar al Consell a promover estas acciones, sin concretar calendarios ni dotaciones.
Debate político en Les Corts
La oposición, PSPV y Compromís, ha rechazado la propuesta. La socialista Charo Navalón la ha calificado de ‘descabellada’ y ha denunciado que busca ‘meter armas en las aulas‘. Navalón se ha preguntado si ‘poner en peligro a los jóvenes poniendo en sus manos armas y naturalizar el hecho de matar no es adoctrinamiento’.
Desde Compromís, Paula Espinosa ha afirmado que no darán apoyo ‘a la cultura de la violencia y la muerte’ y ha criticado que se pretenda enseñar a cazar a los más pequeños en el entorno escolar. Para ilustrar el riesgo de las armas, ha recordado el disparo accidental con el que el rey Juan Carlos mató a su hermano.
El debate ha subido de tono cuando el diputado de Vox José Muñoz ha replicado que en la caza puede haber accidentes, pero que lo que no eran accidentes eran ‘sus amigos los etarras que iban poniendo bombas y matando gente por la calle’, unas palabras que Espinosa ha pedido retirar por considerarlas muy graves.
Desde el PP han respaldado la iniciativa al considerar que la caza promueve un uso racional de los recursos naturales y constituye un ‘importante sector económico con relevancia cultural‘ que el Consell debe ‘defender y promocionar tras ocho años de ataques con el gobierno del Botànic’. A juicio de los populares, el acuerdo orienta la acción del Consell a apoyar a un sector que reclama reconocimiento social y relevo generacional.
Rechazo a las nuevas reglas del Tajo-Segura
En la misma sesión, la comisión ha acordado, con los votos de PP y Vox, rechazar firmemente las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura aprobadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Según han señalado, esas reglas no responden a criterios técnicos objetivos ni cuentan con el consenso de las comunidades autónomas afectadas.
La propuesta, presentada por el PP y con la abstención del PSPV y Compromís, ha instado al Gobierno de España a reabrir de inmediato el diálogo institucional y técnico con todas las comunidades implicadas, con el fin de acordar una gestión del Tajo-Segura que sea sostenible, equitativa y viable. La sesión ha cerrado así dos ejes de debate: la promoción de la caza entre jóvenes y la oposición a los nuevos parámetros del trasvase.






