El funeral de Estado por las víctimas mortales de la dana se celebrará el próximo miércoles en el Museo Príncipe Felipe de València, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y reunirá a unas 800 personas. La ceremonia coincidirá con el primer aniversario de las inundaciones que causaron 237 muertes: 229 en la provincia de Valencia, 7 en Castilla-La Mancha —seis en Letur y una en Mira— y una en Alhaurín de la Torre (Málaga). El emplazamiento permitirá reunir un gran aforo en un entorno representativo de la ciudad, con un formato concebido para situar a las familias en el centro.
El acto comenzará a las 18.00 horas en el interior del museo y el acceso será únicamente con invitación personal e intransferible. Solo están previstas cuatro intervenciones: hablarán tres familiares de víctimas mortales de la dana —dos de la Comunitat Valenciana y una de Castilla-La Mancha— en nombre de todas, y tomará la palabra el rey en representación del Estado. Esta fórmula concentra el protagonismo en quienes perdieron a sus seres queridos, evita un protocolo extenso y favorece un tono de recogimiento. El uso de invitaciones garantiza el control del aforo y la seguridad, adecuados a un evento de carácter solemne.
Un acto laico y sobrio
La ceremonia será laica, tendrá una duración aproximada de una hora e incluirá interpretaciones musicales acordes con el tono de duelo y un minuto de silencio por todas las víctimas. Estará conducida por una periodista valenciana. La combinación de música y silencio refuerza el carácter de homenaje y crea un marco de respeto compatible con la presencia de autoridades y con la prioridad concedida a las familias.
Autoridades e invitados
En lo que respecta a los familiares directos de las víctimas mortales, se ha invitado de media a cuatro por cada fallecido, de modo que la asistencia se orienta a garantizar un reconocimiento explícito a su memoria. Esta proporción busca equilibrar la capacidad del recinto con la representación del entorno más cercano de cada víctima. Están convocadas las más altas autoridades del Estado: los reyes, el presidente del Gobierno, y los presidentes del Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo. También se ha invitado a los presidentes de todas las comunidades autónomas.
De forma singular, están llamados los presidentes de las autonomías donde hubo víctimas mortales: el de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, porque en la provincia de Valencia se registró el mayor número de fallecidos; el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y el de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla. Además, se ha cursado invitación a los alcaldes de los 78 municipios damnificados —75 de Valencia, 2 de Castilla-La Mancha y 1 de Andalucía—, al jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y a los portavoces de los grupos de las Cortes Generales, de Les Corts Valencianes y de las cámaras parlamentarias de Castilla-La Mancha y Andalucía.
Algunos familiares han pedido que no asista al funeral el president de la Generalitat, Carlos Mazón, al considerar ‘muy doloroso‘ que esté quien señalan como máximo responsable de la muerte de sus allegados, y han solicitado que, en caso de que acuda, no se acerque a saludarles. Esta posición refleja la tensión emocional que todavía atraviesa a muchas familias un año después.
Será el primer funeral de Estado por la dana. En diciembre se celebró una misa funeral en la catedral de València organizada por el Arzobispado a la que asistieron los reyes, y el pasado mes de mayo las principales asociaciones de víctimas trasladaron al presidente del Gobierno su petición de un homenaje laico cuando se cumpliera el primer aniversario. El formato elegido y la fecha apuntan a dar respuesta a esa demanda, combinando solemnidad institucional con el foco en el duelo privado y el reconocimiento del Estado.






