Trabajadores de À Punt y varias formaciones han criticado que la radiotelevisión pública emitiera una corrida. Esto ocurrió mientras se celebraba la duodécima protesta para pedir la dimisión de Carlos Mazón. La protesta fue por su gestión de la DANA del 29 de octubre, que dejó 229 víctimas mortales.
En un comunicado difundido con el hashtag #LaPlantilladÀPNoCalla, la plantilla expresó su «enorme vergüenza» por una decisión. A su juicio, esta decisión somete al ente «a una avalancha de críticas y un grado de descrédito inaceptables». Señalaron a la dirección y al Consejo de Administración. «Con el silencio cómplice de la dirección de informativos, À Punt dio la espalda al clamor del pueblo… ¡La plantilla no calla!».
Reacciones sindicales y políticas a la emisión de toros
El consejero Ricard Gallego, en representación de los municipalistas, mostró su «rechazo más absoluto». Reclamó una explicación pública por no interrumpir «una corrida de toros de 1997». Consideró que debía haberse dado cobertura total a «un acontecimiento histórico» en València. Anunció que llevará el asunto al próximo Consejo de Administración.

La portavoz de Intersindical Valenciana, Beatriu Cardona, calificó lo ocurrido de «miserable». Expresó: «Burlarse de las víctimas y de sus familiares de la manera en la que lo hicisteis es de lo más bajo de podéis caer». Añadió: «Digo de lo más bajo y no lo más bajo porque la deriva que lleváis la dirección de À Punt no toca fondo». También reprochó que «ponéis ayer una corrida de Barrera» mientras la ciudad vivía «una manifestación histórica».
Desde el PSPV-PSOE, la delegada del Gobierno y líder en la ciudad de València, Pilar Bernabé, definió la decisión como «un insulto más» a las víctimas. Expresó: «Dignidad vs vergüenza. Este es el gobierno más indigno que ha tenido la Comunitat Valenciana». El síndic José Muñoz afirmó que «la manipulación de la televisión pública valenciana en manos del PP recuerda a la extinta Canal 9». Apuntó al comunicado de los trabajadores como «prueba de esa resistencia».
Compromís también arremetió contra la programación de À Punt. Joan Baldoví habló de «vergüenza». Mientras tanto, Papi Robles lamentó que se optara por una corrida de 1997 «en lugar de dar voz en directo a las decenas de miles de valencianas y valencianos indignados». Robles calificó la marcha de «histórica» y «una demostración de dignidad y orgullo».
Debate por las cifras y la cobertura informativa
Robles denunció que el dato ofrecido por la Policía Local era «una auténtica vergüenza» y consideró «corta» la cifra de 50.000 asistentes de la Delegación del Gobierno. Aseguró que la cabecera entraba en la Plaza de la Virgen mientras seguían saliendo manifestantes desde San Agustín. Remarcó que las imágenes mostraban calle Xàtiva y calle Colón llenas en distintos momentos.
Según la portavoz, en anteriores convocatorias ya se ofrecieron cifras «ridículas». Estas cifras se basaban en «fórmulas matemáticas» que «no reflejaban la realidad». También acusó a la alcaldesa María José Catalá de ponerse «del lado de quienes actuaron con negligencia». Sentenció: «La calle es un clamor: ¡Mazón debe dimitir ya!».
Por su parte, los municipalistas insistieron en que À Punt debe garantizar «información plural y de servicio público», especialmente en momentos sensibles. Reiteraron su apoyo a las víctimas de la «fatídica barrancada». Esperan una explicación «clara y convincente» en el órgano de gobierno del ente.






