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domingo, diciembre 7, 2025

El fútbol despide a Ochotorena, figura indispensable y hombre querido

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El fútbol despidió a José Manuel Ochotorena, fallecido a los 64 años, con un homenaje unánime en València que resaltó su legado deportivo y su calidad humana.

El mundo del fútbol despidió a José Manuel Ochotorena, exportero y preparador de guardametas fallecido a los 64 años, en una ceremonia en València que reunió a generaciones de jugadores, técnicos y dirigentes. El adiós puso en primer plano su doble legado: excelencia profesional bajo los palos y una trayectoria como formador que marcó a numerosos porteros, acompañada de una forma de ser que muchos definieron como ejemplar.

Los cuatro capitanes del Valencia, encabezados por José Luis Gayà, acudieron junto al técnico Carlos Corberán y miembros de su staff. También estuvieron entrenadores que coincidieron con él en Mestalla como Marcelino García Toral, Rubén Baraja, Unai Emery y Pako Ayestarán. La presencia de figuras de distintas etapas del club reflejó hasta qué punto su influencia trascendió las temporadas y los proyectos.

A la despedida se sumaron jugadores en activo y exfutbolistas como Dani Parejo y Pepe Reina, hoy en el Villarreal, además del presidente del Levante, Pablo Sánchez. La asistencia de rivales locales y de otros clubes subrayó el respeto que generó su figura más allá de los colores.

Homenaje transversal en el fútbol español

El exseleccionador Vicente del Bosque arropó a la familia, testimonio de la relevancia de Ochotorena en los cuerpos técnicos de la selección que conquistó la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010, y revalidó el título europeo en 2012. Su trabajo en la portería durante aquella etapa dorada consolidó su prestigio como especialista y formador.

Desde el vestuario de Mestalla acudieron antiguos compañeros y porteros a los que entrenó, como Santiago Cañizares, Andrés Palop, Jaume Doménech o César Sánchez, además de exjugadores como David Albelda y Juan Sánchez, y exdirigentes como Manuel Llorente y Pedro Cortés. La amplitud de nombres y generaciones evidenció que su método y su trato dejaron huella duradera en el club.

Palop lo resumió con una mezcla de admiración técnica y afecto personal: ‘Nos daba herramientas para que fuésemos mejores pero luego te quedas también con la parte personal. Tenía una gran mensaje, las palabras oportunas en cada momento. Reunía todo lo que debe tener una persona buena en este mundo para ayudarnos y se lo agradeceremos eternamente’, explicó. Y recordó una llamada que le marcó: ‘Yo pensaba que era una broma, un imitador y cuando Luis ya se estaba encabronando, cogió el teléfono él y cuando escuché su voz me di cuenta que era verdad y que me convocaban’.

Ochotorena militó como portero en el Valencia durante dos campañas. En su despedida estuvieron compañeros de aquella época como José Manuel Sempere, Carlos Arroyo, Voro, Ricardo Arias o Miguel Ángel Bossio. Con Arias y Bossio asistió Miguel Tendillo, que coincidió con él en el Real Madrid y destacó su carácter: ‘Era un ejemplo a seguir y un profesional. Era muy buen tipo, muy sano y muy humilde‘. La respuesta de su entorno más cercano mostró que el reconocimiento iba más allá de su papel en el césped.

Un legado técnico y humano

Sempere expresó la dimensión íntima de la pérdida: ‘Te afecta bastante porque era un compañero con el que había tenido una relación bastante buena a parte de la deportiva y que se vaya con esta edad y como ha sido te afecta. Éramos más que compañeros, quedábamos casi todas las semanas a jugar al pádel, a cenar con la familia…se creo una relación más humana. Era una gran persona, no ya un gran deportista o un gran preparador de porteros. Esto sobre pasa un poco todo eso’. Sus palabras reflejaron cómo la despedida trascendió lo deportivo para convertirse en un reconocimiento a la persona.

El vínculo con el Real Madrid también estuvo presente. Emilio Butragueño, con quien compartió vestuario en el club donde se formó y debutó como profesional, lo definió como un compañero noble y entregado al grupo: ‘A lo largo de la vida y de la carrera te vas encontrando con muchas personas y él era un gran compañero, un gran tipo, muy noble. Tenía siempre mentalidad de equipo, de ayudar a los demás. Sabíamos que estaba enfermo y de alguna manera se nos va una parte de todos nosotros, coincidimos bastante y ganamos bastante cosas juntos. Es una gran tristeza’.

Desde la estructura de la RFEF, Aitor Karanka repasó una relación que nació cuando Ochotorena estaba en el Racing de Santander y subrayó su relevancia: ‘Todo lo bueno que se diga de él es poco, es un orgullo haber formado parte de su entorno. Como portero y formador fue una figura indispensable‘. Y remató con una idea compartida por muchos asistentes: ‘Tengo el placer de conocerlo desde hace treinta años cuando estaba en el Racing, todo el mundo habla bien de él, lo bueno que tenía Ochoto es que nadie ha hablado medio mal de él, todo lo que se diga de él como persona es poco, es un orgullo haber formado parte de su entorno. Como portero y preparador de porteros fue una figura indispensable. Era un referente en todos los sentidos’.

La despedida, con voces de clubes y generaciones distintas, dejó una imagen nítida: Ochotorena unió a rivales y compañeros en torno a un legado construido con trabajo, discreción y cercanía, y su memoria quedó asociada tanto a grandes títulos como a los valores que transmitió día a día.


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