El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha mostrado partidario de que se convoquen elecciones en la Generalitat Valenciana tras la dimisión de Carlos Mazón y ha ligado esa salida a la necesidad de restablecer la confianza institucional. Según ha defendido, el foco debe permanecer en la atención a las familias de las víctimas y en corregir los fallos que la última catástrofe ha dejado al descubierto.
En un desayuno informativo en el Ateneo, Zapatero ha subrayado que el Partido Popular está gestionando su crisis política en Valencia igual de mal que gestionó la DANA. Ha recordado que la semana pasada estuvo en el homenaje a las víctimas celebrado en Valencia y ha admitido que lo pasó mal por el ambiente de duelo no consumado. A su juicio, Mazón debería haber asumido hace tiempo su responsabilidad.
Convocar a las urnas
Respecto a la situación abierta, ha insistido en que parece ‘bastante evidente’ que la mejor opción sería convocar elecciones en la Comunidad Valenciana. Ha argumentado que unos comicios permitirían clarificar el panorama, legitimar la siguiente etapa y ofrecer una salida ordenada a la crisis. En este contexto ha destacado el papel de la alternativa que pueden ofrecer el PSOE o Compromís, que, ha dicho, deben presentar un proyecto de esperanza y de futuro. ‘La sociedad valenciana está esperando a ver qué dice la alternativa después de lo dicho por Mazón. Mazón y el PP -ha añadido- ya no tienen nada que decir’.
Zapatero ha remarcado que, se celebren cuando se celebren, esas elecciones girarán en torno a la gestión de la emergencia y a la eficacia de las instituciones. Ha reiterado que lo principal es dedicar todos los esfuerzos a las familias de las víctimas y que las decisiones políticas deben orientarse a reparar el daño y a evitar que se repitan fallos.
Repensar el modelo de emergencias
En materia de protección civil, el exjefe del Ejecutivo ha recordado que impulsó la creación de la Unidad Militar de Emergencias para afrontar catástrofes como la DANA y ha propuesto fortalecerla con decisiones como duplicar su número de efectivos. A su juicio, ese refuerzo permitiría desplegar más recursos en menos tiempo, atender varios frentes a la vez y estabilizar antes los escenarios más críticos cuando se registran lluvias torrenciales, inundaciones u otros sucesos graves.
También ha señalado que el apagón sufrido por España este año demostró la necesidad de mejorar la red de telecomunicaciones. En situaciones de crisis, ha indicado, la comunicación es vital para coordinar a bomberos, policías, servicios sanitarios y protección civil, y para ofrecer información fiable a la ciudadanía. Cuando fallan las redes, la coordinación se resiente y los equipos tardan más en llegar donde se les necesita.
Por todo ello, ha propuesto repensar el modelo vigente ante emergencias graves. Ha sostenido que solo la UME ha demostrado ser capaz de afrontarlas con eficacia y ha lamentado que las comunidades autónomas no soliciten de forma inmediata su presencia porque sería como reconocer su impotencia ante la situación. De ese diagnóstico se desprende, ha apuntado, que la respuesta debe ser más rápida y menos condicionada por cálculos políticos.
Con estas ideas, su intervención ha situado el debate más allá de la coyuntura valenciana: repensar cómo se organizan los recursos, quién manda en cada fase y qué medios se activan sin demora. A la vez, ha defendido que el nuevo ciclo que se abra tras la dimisión de Mazón se resuelva con urnas y con un compromiso claro de mejora del sistema de emergencias.
