El sargento coordinador del Consorcio Provincial de Bomberos que ordenó retirar la vigilancia en la rambla del Poyo ha asegurado que lo hizo al considerar cumplido el encargo: comprobar el estado del caudal.
Según ha sostenido, las mediciones realizadas mostraron un descenso y no recibió pautas sobre cuánto tiempo debía prolongarse la observación del cauce.
Este mando ha explicado que no recuerda con precisión haber dado la orden de retirada alrededor de las 14 horas del 29-O, aunque ha admitido que debió haber sido él.
Se ha justificado en que la instrucción del Centro de Coordinación de Emergencias se limitaba a verificar el caudal. Para ello, una unidad se desplazó a dos puntos, Ribarroja y Cheste, y posteriormente regresó a Ribarroja, donde se constató un descenso del nivel de agua.
La comunicación, en el centro del caso
Preguntado por qué no comunicó de forma expresa la retirada de esa vigilancia, ha considerado que el Centro de Coordinación monitorizaba la emisora por la que hablaban los bomberos y, por tanto, podía conocerlo.
Ha insistido en que Emergencias disponía además de información relevante a través de las llamadas al 112, que permitían ubicar las principales incidencias de la jornada.
Bajo esa premisa, ha dado a entender que la verificación del caudal y su tendencia a la baja cerraban el cometido.
La retirada de los bomberos de estas tareas de vigilancia ha sido una de las claves de la investigación judicial sobre la gestión de la DANA, que ha recabado testimonios para esclarecer cómo se adoptaron y comunicaron las decisiones operativas.
En esa misma línea, una operadora de la sala de mando de Emergencias ha asegurado en su declaración del 7 de diciembre que los bomberos que acudieron a vigilar los cauces aquel día no informaron de su retirada.
Ha explicado que ella misma llamó alrededor de las 13 horas para solicitar vigilancia en cauces y barrancos como los del Magro y el Poyo, y ha añadido que los bomberos no respondieron con su ubicación ni con datos de caudal, ni comunicaron el momento en que abandonaron esa función. Según ha sostenido, una vez dada la orden de vigilancia, esta debía mantenerse hasta nueva instrucción.
Protocolos de transmisión de órdenes y de cierre de actuaciones
La divergencia entre lo que el sargento ha dado por cumplido y lo que la operadora sostiene coloca el foco en los protocolos de transmisión de órdenes y de cierre de actuaciones.
Esas diferencias sobre si Emergencias recibió aviso de retirada y sobre la necesidad de prolongar la vigilancia pese al descenso del caudal pueden resultar determinantes en el avance de la causa.






