12.5 C
Valencia
miércoles, diciembre 3, 2025

El acoso callejero se concentra en mujeres, a pie, en invierno y de noche

UJI INSITUCIONAL
MAS ALLA RECONSTRCCION 1
DONA EL PAS GVA
Ejemplo de shortcode con estilo
Un estudio de la Universitat de València radiografía el acoso en desplazamientos activos: el 11,63% lo ha sufrido y el 84% de los casos afecta a mujeres. Los incidentes se concentran al caminar, en invierno y de noche, con mayor riesgo en zonas céntricas; la iluminación y el diseño urbano son claves.

Un estudio de la Universitat de València radiografía el acoso callejero en los desplazamientos a pie, en bicicleta o en silla de ruedas en València, Madrid, Barcelona y Sevilla. El trabajo concluye que el 11,63% de la población ha sufrido acoso durante el transporte activo y que el 84% de los casos afecta a mujeres. El fenómeno aparece con mayor frecuencia cuando se camina y se intensifica en invierno y de noche, franjas en las que la vulnerabilidad percibida aumenta.

El artículo, publicado en Journal of Transport Geography, concluye que existe una marcada desigualdad de género: las mujeres registran más del doble de casos que los hombres. Según la investigadora Laura Antón, ‘El acoso verbal es el tipo más común entre las mujeres, mientras que entre los hombres se reparte entre el acoso verbal y visual’.

Dónde y cuándo ocurre

Los episodios tienden a agruparse en zonas céntricas y concurridas. Pasos peatonales, parques, fuentes o áreas deportivas concentran más riesgo por ser espacios abiertos con mucha rotación de personas, lo que dificulta la identificación de agresores y favorece las interacciones no deseadas. En contraposición, zonas agrícolas o aparcamientos de motos se asocian a menor riesgo, un patrón que sugiere que la densidad de tránsito y el tipo de actividad condicionan la probabilidad de sufrir acoso.

El estudio subraya además el papel de la iluminación y la percepción de seguridad en el espacio público. Cuando falta luz o la visibilidad es baja, se reduce la supervisión social y aumenta la sensación de impunidad, por lo que los desplazamientos nocturnos concentran más incidentes. Esa pauta se refuerza en invierno, con días más cortos y menos presencia de gente en la calle.

En bicicleta, las diferencias también son notables: ellos han sufrido acoso en un 16,2% de las ocasiones, frente al 4,5% de ellas. La exposición no es homogénea entre perfiles corporales: al comparar personas con y sin obesidad, hubo diferencias significativas y las primeras declaran más acoso, lo que sugiere que la apariencia física influye en el riesgo.

Impacto en la movilidad

Los datos, obtenidos a partir de una encuesta a 1.788 personas, confirman la necesidad de incorporar la perspectiva de género en el diseño urbano y en las políticas de movilidad. Una planificación inclusiva y segura permitiría reducir barreras psicológicas y materiales e impulsar una movilidad activa y diversa. En palabras de Antón: ‘El miedo al acoso limita el uso de medios de transporte sostenibles y perpetúa desigualdades en el acceso equitativo a la ciudad. Por ello, una planificación urbana inclusiva y segura que reduzca las barreras psicológicas y materiales es clave para fomentar una movilidad activa, diversa y libre de violencia‘.

Aunque el acoso durante el transporte activo es menor que el registrado en el transporte público o al practicar deporte en la calle, sigue teniendo impacto en la experiencia cotidiana de quienes caminan o pedalean. Su concentración en puntos neurálgicos de la ciudad condiciona decisiones como la elección de ruta, el horario o la compañía.

La investigación se enmarca en el proyecto Prometeo, financiado por la Conselleria de Educación, y cuenta con la participación de los departamentos de Educación Física y de Didáctica de la UV.


MAS ALLA RECONSTRUCCION 2
dona el pas GVA