Olivia Mínguez, una joven de 25 años, dio a luz en su domicilio de València sin conocer que estaba embarazada. Según ha relatado, se despertó en plena madrugada por unas molestias y bajó al salón pensando que solo se trataba de un malestar pasajero. Minutos después comenzó el parto, que avanzó con rapidez antes de que los servicios de emergencias pudieran llegar.
La joven asegura que nunca imaginó que estuviera en estado. Explica que horas antes incluso había estado trabajando con normalidad en un restaurante cercano. Aunque en los últimos meses había notado hinchazón abdominal, afirma que en ningún momento llegó a tener una barriga visible que le hiciera sospechar un embarazo avanzado. Tras el nacimiento, fue trasladada al hospital para recibir atención médica junto a su hijo.
Su pareja, Aitor Chaves, dormía cuando todo ocurrió. El llanto del recién nacido lo despertó, provocando un fuerte impacto al no tener constancia de la gestación. Asegura que los primeros segundos fueron de absoluto shock, pero que rápidamente la sorpresa dio paso a la emoción y la felicidad al comprobar que ambos estaban bien.
Intervención policial y sanitaria en un parto de emergencia
El parto extrahospitalario activó un amplio operativo. A las 6.45 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias 112 recibió la llamada del padre de Olivia alertando de la situación. Varias patrullas de la Policía Local, pertenecientes a las comisarías de Proximidad del Marítimo y Campanar, acudieron de inmediato al domicilio en el barrio de El Cabanyal.
Al llegar, los agentes encontraron a la joven sosteniendo a su bebé. Una de las policías se hizo cargo del recién nacido mientras el resto asistía a la madre y procedía a pinzar manualmente el cordón umbilical ante la inminente llegada del personal sanitario. Pocos minutos después, los equipos médicos asumieron la atención de ambos y organizaron el traslado al Hospital Clínico.
La ambulancia de Soporte Vital Avanzado trasladó al bebé en incubadora escoltada por la Policía Local, mientras otra unidad evacuó a la madre al mismo centro hospitalario. Tanto Olivia como su hijo quedaron ingresados en observación y evolucionaron favorablemente.
Desde el Ayuntamiento se informó de que los agentes que participaron en la intervención visitaron posteriormente a la familia en el hospital. Allí comprobaron que la madre y el recién nacido se encontraban en buen estado y pudieron reencontrarse en un ambiente más tranquilo tras la inesperada madrugada vivida.






