En la comisión del Congreso que investiga la dana de hace un año en Valencia, el president de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, ha defendido que las 229 muertes no se debieron a una falta de decisiones, sino a un déficit de información. Ha insistido además en que no tenía por qué acudir al Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), aunque sostiene que finalmente se personó en el centro.
A preguntas del diputado de Junts Josep María Cervera, Mazón ha afirmado: “No fue un problema de falta de decisiones, sino de falta de información”. Ha agregado que durante este año ha reflexionado “con desvelos incluidos” sobre qué se pudo hacer mejor y que, tras darle “vueltas y vueltas”, ha llegado a esa conclusión. A su juicio, también se batieron “todos los récords históricos que nadie previó” en intensidad de lluvias y caudales, lo que, según ha subrayado, limitó la capacidad de anticipación y la transmisión de datos en tiempo real a quienes debían actuar.
En su comparecencia ha asegurado que la tarde del 29 de octubre de 2024 no dejó de estar pendiente de la evolución del episodio y que acudió al Cecopi pese a que, en sus palabras, no estaba obligado a hacerlo. Ha explicado que su plan era mantenerse informado y recabar la información correspondiente, porque, como ha señalado, nadie le esperaba allí para tomar ninguna decisión.
Debate sobre la responsabilidad y el Cecopi
A la pregunta del diputado de Bildu Oskar Matute, Mazón ha resumido su postura con una frase: “Yo sí fui al Cecopi y no tenía previsto ir, tenía previsto estar informado”. Con ello ha sugerido que la cadena operativa no dependía de su presencia física y que su papel, como president, era el seguimiento político y el apoyo institucional a los equipos de emergencias.
Mazón ha añadido que él sí acudió al centro de emergencias, mientras que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no fue al Cecopi de su comunidad pese a que en Letur (Albacete) murieron seis personas. Con esta comparación ha tratado de relativizar el peso de la presencia del máximo responsable político en el centro de coordinación.
El president en funciones, que anunció su dimisión el 3 de noviembre, ha reiterado su tesis: “Fue un problema de falta de información”, orientando el debate hacia la calidad y fluidez de los avisos y de los datos que llegaron a los gestores de la emergencia.
En este sentido, el president en funciones de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha asegurado, a preguntas del dputado de Sumar Alberto Ibáñez que «nadie sabía que la gente se estaba ahogando» ni de la magnitud «de lo que iba a ocurrir» durante la tarde del día de la dana en la que pasó varias horas comiendo con una periodista.
El diputado le ha acusado de desaparecer de «la faz de la tierra» entre las 18:30 y las 19:43 horas de la tarde del 29 de octubre: «¿se metió dentro de la mochila con el jersey y el móvil?», le ha preguntado.
Cruce de acusaciones con ERC y Podemos
La sesión ha estado marcada por la tensión política. Gabriel Rufián (ERC) ha acusado a Mazón de “inútil, mentiroso, incapaz, miserable, homicida y psicópata”, y ha deseado que “pague con la cárcel”. Ha mostrado imágenes de víctimas y ha leído testimonios, como el del niño Nizan, de cuatro años, fallecido cuando su familia acudió al colegio “porque nadie les avisó”. Ha preguntado repetidamente si el president piensa pedir perdón.
Por su parte, Ione Belarra (Podemos) ha afirmado que Mazón es “responsable de la muerte de 229 personas” y ha asegurado que “toda España sabía lo que estaba pasando menos ustedes”, reclamando que termine “en la cárcel por su gestión homicida”.
Ambos diputados han centrado sus críticas en los fallos de comunicación interna durante las primeras horas y en que Mazón no atendió varias llamadas de la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas. El president ha explicado que pudo tener el móvil en la mochila o estar en otras comunicaciones, y ha defendido que no contestar una de “veintitantas” llamadas “no significa estar incomunicado”.
También ha negado que Pradas necesitara su autorización para activar la alerta a la población, insistiendo en que esa decisión no dependía de él.
El Ventorro, la escolta y el “jersey en la mochila”
Rufián ha insistido en preguntar por su presencia en el restaurante El Ventorro el día de la dana. Mazón ha explicado que sus escoltas le acompañaron a la llegada, pero no a la salida, y ha negado haberse cambiado de ropa: “No, no me cambié de ropa; cuando tengo frío me pongo un jersey”. Ha añadido que suele llevar uno en la mochila cuando no tiene actos oficiales.
Familiares de las víctimas reclaman responsabilidades ante el Congreso
Mientras se desarrollaba la comparecencia, alrededor de un centenar de familiares y amigos de las víctimas de la dana se ha concentrado ante el Congreso para denunciar la gestión del episodio. Con pancartas como “No son muertes, son asesinatos” y “Nuestros familiares han muerto por vuestra incompetencia”, han exigido explicaciones públicas y una rendición de cuentas efectiva.
Entre ellas se encontraba Toñi García, de Benetússer, que perdió a su marido, Miguel Carpio (63 años) y a su hija de 24. Ha calificado la actitud de Mazón de “cinismo” y ha afirmado que sus comparecencias “son cada vez más indignantes para los familiares”. También ha cuestionado que el president vaya a ofrecer respuestas claras hoy: “Si no tuviera miedo ya habría acudido a declarar ante la jueza”.
