El director, productor y crítico de cine valenciano Antonio Llorens ha fallecido hoy a los 73 años. Deja una extensa trayectoria vinculada al cine independiente y a la programación cinematográfica en los principales festivales del país.
Nacido en València en 1952, inició su actividad a finales de los sesenta junto a Pedro Uris. Juntos rodaron numerosos cortometrajes como A propósito de… (1969), Los héroes (1969), Acción (1969), La ley de los muertos (1970), Un mundo de ilusión (1970), Jonás (1971), Una historia de otro tiempo (1971) o Técnica de una venganza (1973).
En 1975 comenzó su labor como crítico cinematográfico en Cartelera Turia, donde llegó a formar parte del consejo de redacción. Paralelamente, trabajó en la distribución de cine para los cineclubs valencianos. También continuó rodando cortometrajes, entre ellos El misteri dels cines desapareguts (1984), Mimi, mome, mima (1986), Música en tres-E (1986), En el valle (1986) y Encadenats (1986).
Una referencia en la programación y asesoría de festivales
Desde finales de los años setenta, Llorens desarrolló un papel fundamental como asesor, programador y escritor para festivales nacionales e internacionales. Destacan la Seminci de Valladolid, Festival de Málaga, Festival de Cine de Huesca, Mostra de València o Cinema Jove.
En paralelo, firmó numerosas monografías para diferentes certámenes. Entre las elaboradas para la Mostra de València destacan Cine maldito español de los años sesenta (1984), escrita junto a Augusto M. Torres y Diego Galán. También destacan Fernando Fernán Gómez (1984), también con Galán; Lino Ventura (1986), con Pablo Aibar; Alfredo Matas (1986), y Silvana Mangano, del baión al teorema (2004), realizada con Pedro Uris.
Un prolífico autor y divulgador cinematográfico
Para la Seminci de Valladolid escribió Francisco Rabal, un caso bastante excepcional (1985), junto a Manuel Hidalgo; El cine negro español (1988) y José Luis Dibildos (1998). Además destacan José Giovanni. La aventura de la serie negra (1998) y Francesc Betriu, profundas raíces (1999), publicados por la Filmoteca de la Generalitat Valenciana.
En 2022 recibió el Premio de Honor del Audiovisual Valenciano en los Premios Berlanga. Se reconoció, según se expuso entonces, «su incansable trabajo de defensa y promoción del cine valenciano. También por dar a conocer la tarea de nuestros profesionales y creadores durante más de cuatro décadas a los principales festivales y acontecimientos cinematográficos estatales e internacionales».
En aquella ceremonia, la presidenta de la Acadèmia de l’Audiovisual Valencià, Teresa Cebrián, lo definió como «Obrero del cine». El periodista Fernando Miñana lo describió como «Hombre del celuloide» en un reportaje en 2020.
Un legado que marcó generaciones
Llorens estuvo presente en la evolución contemporánea del cine valenciano y formó parte del grupo de cineastas que Abelardo Muñoz definió como los “malditos”. Junto a Pedro Urís, Lluís Rivera, Josep Lluís Seguí o Rafa Gassent. Su labor como programador lo vinculó a festivales como la Mostra de València, la Seminci, el Festival de Málaga y salas emblemáticas como los Cines Babel y Albatros.
Hace apenas unas semanas, el Festival Internacional de Cine Infantil de València (FICIV) reconoció su trayectoria con un premio de honor en un acto especialmente emotivo. Además de su obra cinematográfica y crítica, deja una profunda huella en profesionales de generaciones posteriores. Muchos de ellos atribuyen a Llorens parte de su formación y su pasión por el cine. Era, para muchos, alguien con quien siempre te encontrabas en una sala de proyección.
