La declaración del propietario del restaurante El Ventorro, donde el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana comieron el 29-O ha dejado algunos interrogantes sobre cómo se desarrolló aquel encuentro.
Las características del local, el espacio de los reservados y las mesas, la vestimenta del president o la presencia de un ordenador sobre la mesa son algunos de los puntos sobre los que se han ofrecido testimonios diferentes y que han llamado la atención de los letrados personados en la causa.
¿Vilaplana conocía El Ventorro?
Maribel Vilaplana aseguró en su declaración del pasado 3 de noviembre, al ser preguntada por su llegada a la comida que «no había estado nunca», pero hoy el dueño del local ha asegurado que cree haberla visto «alguna otra vez, de forma muy esporádica».
Es posible, según algunas de las partes consultadas por EFE, que la periodista se refiriese al reservado en el que se desarrolló la comida, pero en cualquier caso eso abre otro interrogante, porque definió ese espacio como «una sala grande donde estaba él (Mazón)», según consta en la transcripción judicial de su declaración.
El reservado
Este espacio ubicado en dependencias superiores del establecimiento El Ventorro cuenta, según ha explicado su dueño en sede judicial, con un espacio similar al del estrado del juzgado donde se instruye la causa y tiene una mesa redonda para cuatro o cinco comensales, lo cual genera dudas sobre la capacidad de alguno de ellos para mantener alguna conversación en privado sin que el otro sea capaz de no escucharla.
Vilaplana, siempre según su declaración, aseguró que el president «se levantaba y se distanciaba» y que «no escuchaba nada» de lo que decía Mazón en esas conversaciones.
Varias acusaciones han solicitado a la jueza que se incorpore a la causa una fotografía de este espacio para que los letrados puedan entender mejor la situación que se describe. La instructora ha indicado que se pronunciará al respecto.
El ordenador
Maribel Vilaplana dijo que «cuando -el president- estaba mucho rato desplazado de ella, sacó el ordenador y se puso a preparar las clases del día siguiente».
Esta afirmación no ha encontrado respaldo en el testimonio que ha ofrecido este viernes el dueño de El Ventorro, quien ha asegurado que no vio portátil alguno sobre la mesa ni tampoco al president hablando por teléfono o levantado en ninguna de las «siete u ocho veces» que entró a servir.
El jersey
Maribel Vilaplana explicó a la jueza que Mazón se quitó la americana que vestía al inicio de la comida y se puso un jersey, aunque no concretó si se trata del mismo de color amarillo con el que llegó al Cecopi horas más tarde.
Interrogado este viernes sobre la indumentaria de Mazón, el dueño de El Ventorro ha explicado que el president vestía una chaqueta oscura, sin corbata, y que salió con la misma chaqueta de su local. No recuerda haberle visto con jersey ni tampoco tiene constancia de que se cambiase de ropa en su restaurante.
La escolta
El president de la Generalitat aseguró el pasado lunes en su comparecencia en la comisión de investigación del Congreso que sus escoltas le acompañaron a la comida pero no cuando salió del local. Hoy el propietario del restaurante ha asegurado que Mazón entró al local solo y que ningún escolta comió allí aquella jornada.
