El Consejo General de Dentistas ha llamado a la prudencia tras la muerte de una niña de 6 años en Alzira después de un procedimiento odontológico con sedación endovenosa.
La entidad rechaza las conjeturas y el linchamiento de los profesionales implicados y traslada su pésame a la familia. Otra menor sedada en la misma clínica permanece ingresada.
Llamamiento a la prudencia
El Consejo subraya que el dentista responsable del tratamiento y el médico especialista en Anestesiología que practicó la sedación están debidamente colegiados y sin inhabilitaciones ni limitaciones para ejercer.
Añade que la sedación endovenosa es una herramienta útil para reducir la ansiedad. También mejora la colaboración del paciente y facilita tratamientos que, sin ese apoyo, podrían ser inviables en odontopediatría.
La organización recuerda que se trata de una técnica extendida en la práctica clínica. Además, tiene un elevado perfil de seguridad cuando se aplica en condiciones adecuadas. Sin embargo, no está exenta de riesgos, como sucede con cualquier procedimiento médico. Este matiz busca explicar que la existencia de protocolos y controles no elimina por completo la posibilidad de complicaciones, especialmente en pacientes pediátricos.
En este contexto, la corporación remarca que ‘corresponde a las autoridades competentes y a la justicia esclarecer con rigor las circunstancias concretas de lo ocurrido’. Hasta que finalicen las investigaciones, considera imprescindible evitar conjeturas o juicios paralelos que puedan generar confusión o aumentar el sufrimiento de la familia.
Máxima responsabilidad y respeto
El comunicado también apela a los medios y a la opinión pública a actuar con la máxima responsabilidad y respeto. Se debe evitar la difusión de datos que puedan identificar a la menor o a su entorno. Asimismo, no alimentar especulaciones no fundamentadas que desemboquen en un ‘linchamiento‘ público de los profesionales sanitarios intervinientes.
El objetivo, insiste, es proteger a la familia, preservar la dignidad de la menor y garantizar una información rigurosa, contrastada y respetuosa. Las pesquisas deberán determinar si intervinieron factores clínicos, reacciones adversas o cuestiones de procedimiento. De ahí la llamada a no señalar culpables antes de que exista una conclusión oficial.






