A poco más de un mes de que entre en vigor la obligatoriedad de llevar la baliza luminosa V-16 para señalizar averías e incidentes en carretera en sustitución de los triángulos, la DGT despeja dudas y corrige rumores que han circulado en redes. El objetivo es reducir atropellos durante una incidencia: cada año fallecen en España alrededor de 25 personas tras bajar del vehículo para señalizar. En palabras de Pere Navarro, la V-16 conectada supone ‘un salto adelante’. ‘Los triángulos han cumplido su papel durante 26 años, pero la evolución tecnológica nos permite seguir progresando. Nuestro compromiso es reducir los atropellos y proteger a quienes se encuentran en situaciones de emergencia’.
La V-16 es un dispositivo autónomo con tarjeta SIM integrada y chip de posicionamiento. No necesita teléfono móvil ni aplicaciones: basta con encenderla para que emita destellos y, además, envíe la ubicación del vehículo a la plataforma DGT 3.0. De esta manera, otros conductores reciben avisos en navegadores, apps o paneles de información y pueden anticipar maniobras, disminuyendo el riesgo de choque por alcance. La conectividad viene incluida en el precio y la normativa exige una disponibilidad mínima de 12 años. En materia de privacidad, la DGT remarca que solo se transmite la localización al activarse, sin datos personales, sin matrícula y sin registro de velocidad o seguimiento continuo.
Quién debe llevarla
Según el anexo XII del Reglamento General de Vehículos, deberán equiparla turismos, furgonetas, autobuses, vehículos mixtos, camiones y conjuntos de vehículos no especiales. En motocicletas no es obligatoria, aunque su uso es recomendable para aumentar la visibilidad en caso de incidencia. A partir del 1 de enero de 2026, la V-16 conectada será el único elemento válido para señalizar un vehículo inmovilizado por seguridad vial; los triángulos dejan de ser la referencia.
En el mercado existen más de doscientos modelos con precios fijados por la oferta y la demanda. Para comprobar si una baliza está homologada, la DGT recomienda consultar su web, apartado V-16, donde figuran las marcas y modelos que han superado ensayos certificados por los laboratorios autorizados IDIADA o LCOE. Como garantía visible, la tulipa debe llevar grabados el nombre del laboratorio y el número de certificado. Usar un dispositivo no certificado no es válido ni seguro.
Cómo se usa y qué hacer tras activarla
La baliza debe guardarse cargada en la guantera o en otro lugar accesible del habitáculo. Si hay que utilizarla, se enciende y se coloca desde el interior en la parte más alta posible del vehículo, preferentemente en el techo. Cuando no sea viable, como en autobuses y camiones, puede fijarse en la puerta del conductor. Este procedimiento permite señalizar sin caminar por la calzada, lo que reduce la exposición al tráfico en momentos de máximo riesgo.
Una vez activada, si el vehículo queda inmovilizado y no puede reanudar la marcha, los ocupantes deben abandonar el coche solo si existe un lugar seguro fuera de la vía. Siempre deben salir por el lado opuesto al flujo de tráfico y sin transitar por carriles o arcenes. Si no hay condiciones seguras, deben permanecer dentro con el cinturón abrochado. Corresponde al conductor valorar la opción más segura en cada situación. En cuanto a sanciones, la infracción por no llevar la baliza V-16 es leve y su sanción es de 80 euros, la misma que se aplicaba por no llevar triángulos.
La DGT también desmonta diez bulos frecuentes. Primero, no es cierto que la V-16 no vaya a ser obligatoria: lo será desde el 1 de enero de 2026 y será el único elemento válido para señalizar vehículos inmovilizados. Segundo, no geolocaliza todo el tiempo ni envía datos personales: solo transmite la ubicación al activarse y con fines de seguridad. Tercero, no sirve cualquier baliza: deben ser modelos homologados y en listado oficial, con laboratorio y número de certificado grabados. Cuarto, no se necesita app ni móvil. Quinto, no hay cuotas por conectividad: está incluida. Sexto, no deja de funcionar en túneles o zonas difíciles: usa redes IoT especializadas y, si no hay cobertura, sigue siendo señal luminosa. Séptimo, no llama al 112 ni a la grúa: su función es señalizar y enviar posición. Octavo, los triángulos no son más seguros porque obligan a caminar por la calzada. Noveno, no es cierto que en el extranjero haya que usar triángulos si el vehículo es español: en países firmantes de la Convención de Viena se puede emplear la baliza. Décimo, no existen multas de 30.000 euros: la sanción prevista es de 80 euros por no llevarla cuando sea obligatoria.
En síntesis, la V-16 conectada introduce una señalización más visible, simple y rápida de colocar desde el interior. Su despliegue combina luz y datos para avisar al resto de usuarios y reforzar la seguridad en los minutos críticos tras una avería o accidente, cuando cualquier error o distracción puede convertirse en un atropello o un alcance evitable.






