La secretaria general del PSPV-PSOE y ministra de Ciencia, Diana Morant, ha acusado al PP de convertir la Comunitat Valenciana en un «laboratorio del negacionismo» tras pactar con Vox la investidura de Juanfran Pérez Llorca como president. Ha sostenido que el nuevo jefe del Consell ha entrado «por la puerta de atrás» y que no representa a la mayoría social.
Durante su intervención en el comité nacional del PSPV celebrado en Alicante, la primera vez que este órgano se reúne allí desde 2003, ha subrayado ante decenas de cargos que Pérez Llorca ‘no representa a la mayoría social de la Comunitat Valenciana‘. Ha recordado además que es el número dos de Carlos Mazón, artífice de los acuerdos con la extrema derecha, por lo que el cambio de sillón no altera el rumbo político.
«Laboratorio del negacionismo»
Morant ha enmarcado la operación PP-Vox en un ‘experimento del negacionismo‘ que, a su juicio, se traduce en rebajar o bloquear políticas esenciales. Ha señalado que en materia climática continúan cuestionando el pacto verde europeo porque lo ven como un obstáculo para el negocio y la especulación, pese a que la Comunitat es un territorio golpeado por fenómenos extremos que han costado 229 vidas. En este contexto, ha advertido de que minimizar riesgos climáticos implica decisiones públicas que postergan inversiones y prevención con costes humanos ya conocidos.
La dirigente socialista ha extendido esa crítica a otros frentes: ha denunciado el blanqueo de la Dictadura, el retroceso en la lucha contra la violencia machista y la reinstalación de políticas racistas, xenófobas y lgtbifóbicas que, según ha dicho, ya se habían desterrado y ahora se exhiben de forma pornográfica. Ha añadido que ese marco ideológico sirve para cerrar acuerdos de poder que sostienen gobiernos que considera fracasados y sin legitimidad popular.
Cambio de cara en la Generalitat
En el plano institucional, ha descrito la investidura de Pérez Llorca como una ‘mano de pintura‘ decidida por Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal: un cambio de cara para que nada cambie. Ha indicado que se le presenta como un alcalde de formas amables ungido por el pueblo, pero insiste en que ha llegado ‘por la puerta de atrás‘ gracias al pacto con Vox.
Morant ha dibujado además el perfil del nuevo president como el de un empresario beneficiado por las rebajas fiscales de la derecha para los millonarios. Ha afirmado que ‘oculta‘ su patrimonio inmobiliario en el registro de Les Corts, que se salta la normativa urbanística para hacerse una piscina y que, como promotor, se asocia con un empresario ruso para un hotel. También ha recordado que ha votado con Vox iniciativas dirigidas a señalar a migrantes procedentes de África, lo que, a su juicio, evidencia la continuidad programática del bloque conservador.
El PSPV ha elegido Alicante para su cita orgánica al considerar que la ciudad se ha convertido en símbolo visible de la crisis institucional que, sostienen, atraviesa la Comunitat. Al ser tierra de Mazón y de Pérez Llorca, han querido subrayar el contraste entre el discurso de renovación y la realidad de un relevo decidido en despachos lejanos, lejos del escrutinio ciudadano.
Mirando a los próximos meses, Morant ha anunciado que en primavera el PSPV organizará una conferencia política para elaborar un programa de abajo a arriba, desde los barrios, con la idea de reforzar el papel del partido como herramienta de la ciudadanía. Ha defendido que, como en 2015 con el primer Botànic, los socialistas volverán a recomponer lo que consideran retrocesos de la derecha cuando regresen a la Generalitat, y ha reivindicado avances históricos de los gobiernos socialistas, como la sanidad pública universal impulsada en su día por Ernest Lluch.






