La alcaldesa ha defendido que el topónimo en valenciano pase de València a Valéncia, con acento cerrado en la e, al considerar que el ajuste ortográfico responde a la forma real en la que se pronuncia el nombre de la ciudad y refuerza su identidad.
Ha sostenido que el proceso no tendrá dificultades y que busca que la escritura se alinee con el uso habitual de los valencianohablantes.
El posicionamiento llega tras la aprobación en el pleno municipal de la doble denominación Valéncia/Valencia, un acuerdo que se remitirá a la Generalitat para su tramitación. ‘Simplemente es un acuerdo’, ha explicado, convencida de que la denominación bilingüe ‘no tendrá ninguna dificultad’. Además, ha señalado que el cambio de la tilde en la forma valenciana requerirá un informe de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL).
Identidad y pronunciación
La regidora ha enmarcado la propuesta en un argumento lingüístico y simbólico: ‘Esa e (la de València) nunca se pronuncia abierta, se pronuncia cerrada en valenciano’, ha afirmado, vinculando el ajuste a ‘no perder esa señal tan característica nuestra‘. Ha insistido en que ‘no es una cosa menor, es de ser nosotros mismos o no serlo; es de llamarle a nuestra ciudad como nosotros le llamamos o como no -la llamamos-‘.
Según ha indicado, el Ayuntamiento ya dispone de apoyo técnico: ‘Tenemos un informe de un lingüista y tenemos precedentes de cambios que se han producido precisamente por el mismo motivo que alegamos nosotros: la pronunciación, la fonética del nombre de Valencia, y por tanto pensamos que no habrá dificultad‘. Ese aval previo y los precedentes refuerzan la tesis de que el ajuste ortográfico en valenciano es coherente con la norma si refleja la pronunciación efectiva.
Ámbito autonómico
El trámite continuará ahora en el ámbito autonómico: la AVL deberá pronunciarse y, si su informe es favorable, la denominación bilingüe podrá formalizarse con la grafía Valéncia en valenciano y Valencia en castellano. El objetivo, ha subrayado, es que el nombre oficial se corresponda con la manera en que la ciudadanía lo dice en su lengua propia, sin alterar la convivencia de ambas formas.
La dirigente ha remarcado que la propuesta se circunscribe a la forma en valenciano y que responde a una ‘cuestión de identidad‘. ‘Los valencianohablantes no decimos València con la e abierta, decimos Valéncia con la e cerrada, y por tanto es una cuestión de identidad y de que nuestra ciudad se llame como nosotros la llamamos’, ha concluido.





