La Comunitat Valenciana ha registrado en la última semana del año (22 al 28 de diciembre) un descenso general de las infecciones respiratorias agudas. La incidencia atribuida a la gripe ha vuelto a bajar hasta 227,7 casos por cada cien mil habitantes, frente a los 332,2 de la semana previa (un 31,46 % menos), mientras que la asociada a la covid ha repuntado de 21,4 a 26,6 (un 24,3 % más).
Según el Sistema de Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas de la Comunitat Valenciana (SiVIRA) de la Conselleria de Sanidad, el virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de la bronquiolitis, también ha disminuido: de 108 a 70,9 casos por cien mil. En conjunto, la incidencia total de infecciones respiratorias ha pasado de 1.186,5 a 885,9 por cien mil, una caída cercana al 25 % respecto a la semana 51.
Este comportamiento ha reflejado que, a cierre de diciembre, la circulación de los virus respiratorios ha perdido intensidad, con descensos claros en gripe y VRS y un aumento acotado de la covid que no ha invertido la tendencia global.
Evolución por edades y hospitalizaciones
Por edades, la incidencia en menores de 4 años ha bajado con fuerza hasta 3.114,9 casos por cada cien mil personas, desde 4.282,1 una semana antes. Aunque desciende, este grupo ha seguido concentrando las tasas más elevadas, coherente con el peso del VRS en los cuadros de bronquiolitis.
Entre los mayores de 65 años también se ha observado una mejora, con 746,9 casos por cien mil frente a 981,7 la semana anterior. En paralelo, los ingresos hospitalarios por infecciones respiratorias agudas graves se han mantenido prácticamente estables: 25,7 casos por cien mil, frente a 25,3 en la semana previa. La estabilidad de las hospitalizaciones ha sugerido que la gravedad global no se ha incrementado pese al repunte de la covid.
Con estas variaciones, la semana del 22 al 28 de diciembre ha dejado un panorama de descensos en la mayoría de indicadores y un repunte de la covid que convive con la bajada de la gripe y del VRS, configurando un cierre de año de menor presión por contagios que el registrado siete días antes.





