Aemet sostiene que un sistema de avisos verdaderamente fiable solo es posible con coordinación efectiva entre todas las instituciones que intervienen en la gestión del riesgo. Tras la DANA del 29 de octubre de 2024, que dejó 229 víctimas, el delegado en la Comunitat Valenciana, Jorge Tamayo, reclama revisar cómo fluye la información. Es crucial analizar desde que se elabora la predicción hasta que llega a la ciudadanía y se traduce en decisiones oportunas.
Según Tamayo, la agencia hizo la mejor predicción posible con las herramientas disponibles. En los días previos ya se alertó de lluvias muy intensas y se emitieron notas especiales y avisos sin colores para anticipar una situación complicada. El mismo día del episodio se confirmaron los peores escenarios y se activaron avisos rojos. Sin embargo, la magnitud exacta y el punto más crítico no podían concretarse con antelación total. En meteorología, subraya, hay incertidumbres inevitables.
Coordinación y comunicación del riesgo
El problema, insiste, no es solo prever, sino coordinar y comunicar el impacto. Tamayo lamenta que el Cecopi se convocara demasiado tarde: a las 7.30 ya había avisos rojos y no se reunió hasta las 17.00. En ese intervalo ya se habían producido inundaciones en Utiel, el río Magro bajaba muy crecido y empezaba a llover con intensidad en Chiva. Activar antes los órganos de emergencia permitiría transformar los avisos en medidas concretas y evitar quedar desbordados por los acontecimientos.
El delegado defiende que los protocolos entre Aemet y Protección Civil están definidos. Además, se advirtió de riesgo extremo en la zona más afectada. Lo que no era posible, añade, era afirmar con precisión milimétrica dónde y cuánto llovería, hasta el punto de anticipar registros como los 760 l/m2 medidos en Turís. Por eso insiste en explicar a la población el impacto esperado y el grado de fiabilidad de cada aviso. Más que preguntar qué tiempo va a hacer, conviene saber qué hará el tiempo sobre la vida diaria y la seguridad.
A propósito del debate sobre crear un aviso negro para fenómenos extremos, Tamayo recuerda que el nivel rojo ya implica riesgo extraordinario. Considera más útil describir con claridad la gravedad dentro de ese mismo nivel, diferenciando entre situaciones muy graves o extremadamente graves. El objetivo es que la ciudadanía y las instituciones entiendan la urgencia y actúen en consecuencia.
La tecnología, añade, es necesaria pero no suficiente. Si en un episodio severo se pierde la conectividad, conviene no olvidar métodos tradicionales de alerta como sirenas o señales acústicas en la vía pública. Esta redundancia, deduce, puede marcar la diferencia para que el mensaje de riesgo llegue cuando más falta hace.
Tamayo también remarca la necesidad de una cultura social del riesgo. Asegura que en el último aviso rojo se percibió mayor sensibilización, probablemente como efecto directo de lo vivido con la DANA de 2024. Esa cultura implica interiorizar que toda predicción conlleva incertidumbre y que el foco debe ponerse en reducir la exposición y preparar respuestas. No en esperar certezas imposibles.
Presión política y confianza pública
El delegado reconoce que, tras la catástrofe, hubo presión y episodios de acoso en redes y en el ámbito político. Hubo intentos de responsabilizar a Aemet. Considera indignante que se señalara con nombres y apellidos a técnicos como el jefe de Climatología, José Ángel Núñez. Recuerda que Núñez fue transmitiendo en tiempo real la información disponible y advirtió por la mañana de lluvias intensas.
Pese a esa tensión, Tamayo cree que el prestigio de Aemet no se ha resentido. A su juicio, la sociedad entiende que la predicción tiene un margen de incertidumbre. Lo determinante es cómo se traslada ese riesgo para facilitar decisiones rápidas y proporcionadas.
Sobre el procedimiento judicial abierto por la DANA, explica que se han remitido a la instructora todas las actuaciones, avisos y comunicaciones mantenidas con Protección Civil y con los medios durante aquellos días. La exposición técnica aportada, afirma, es exhaustiva y está referenciada por horas. Si fuera necesario ampliar alguna explicación, los técnicos acudirían de nuevo. En cuanto al último temporal de finales de septiembre, matiza que, por ahora, no se les ha requerido información.






