El alcalde de Aldaia (Valencia), Guillermo Luján, y varias vecinas de la localidad han reconocido que el temporal que mantiene en alerta roja parte de la Comunitat Valenciana les ha hecho vivir una noche «complicada» y «sin dormir» por la intensa lluvia, que les ha recordado la dana del 29 de octubre que afectó al municipio.
Luján ha afirmado que la noche ha sido «muy complicada» y empezó de forma «tremenda con una tormenta estruendosa, horrible», y que quedaron «compungidos del impacto sonoro» que percibían por la cantidad de agua caída.
«Fue espectacular. Estuvo más de media hora en ese nivel más intenso, lo que propició que en el punto de la rota de Bonaire que tenemos un dique de contención, que es lo que nos da el termómetro de la evolución de las tormentas, de las inundaciones, se desbordara», ha relatado.
Luján ha detallado que están «intentando limpiar rápidamente para tener capacidad de gestionar y canalizar el agua» y ha valorado que las compuertas que pusieron la semana pasada «funcionan» pero «para este nivel de inundación; la preocupación y el pánico es si viene más agua de arriba».
En esta localidad de l’Horta Sud se recogieron 57 litros por metro cuadrado en media hora, según Luján, «mucha cantidad de agua», lo que unido al impacto sonoro de la tormenta, «generó mucho pánico».
«Hacía mucho tiempo que en Aldaia no llovía tanto expresamente. Ya con alerta naranja, entre los vecinos había mucho pánico; desde el 29 de octubre hay tensión», ha remarcado.
El alcalde ha recordado que desde hacer 40 años tienen inundaciones en Aldaia porque el barranco desagua en la cota cero, lo que les obliga a poner un sistema de compuertas 3 ó 4 veces al año. «Las de ahora son nuevas porque la dana las arrasó».
«Hemos reclamado durante 40 años, tanto yo como alcaldes de distinto color político, la necesidad de que se hagan unas obras estructurales que minimicen el impacto de las inundaciones», ha afirmado.
Clotilde Guerrero, una vecina afectada por la dana, ha reconocido a EFE que se ha pasado «toda la noche paseando por la casa», que se acaba de terminar tras perder la anterior por las inundaciones.
«Fue llegar la alarma y con un diazepam detrás de otro; estamos de los nervios. Vivo al lado del barranco y te puedes imaginar lo que me entró cuando oí la alerta roja otra vez, después de haberlo perdido todo, toda mi vida», ha asegurado.
Otra vecina, Gloria Campos, que perdió su negocio -una pastelería- con la dana y aún no ha podido reabrir, ha señalado a EFE que «casi a las 3 de la mañana aún estábamos despiertos»
«Tenemos el negocio aquí al lado, aún no hemos podido abrir, tenemos maquinaria y cosas por acabar e imagina que nos entra agua otra vez un año después. Ha sido una noche padeciendo y sin dormir», ha reconocido.
Estela Seguí, otra vecina que también perdió su casa en la dana, ha contado a EFE que cuando oyeron la alarma, su hija «se desmayó porque entró en pánico; y vivo al lado del barranco y vives con pánico, no duermes».
«Esto tiene que tener una solución porque si no nos ahogamos nos va a dar un infarto», ha aseverado y ha recordado que el 29 de octubre estuvieron «con el agua al cuello» porque el agua entró dos metros en su casa y en la de muchos vecinos de Aldaia.
Madrugada sin ‘incidencias destacadas’ en otros municipios afectados por la dana de octubre
En general, la madrugada de este lunes ha transcurrido con «normalidad» y sin «incidencias destacadas» en municipios de la provincia de Valencia afectados por la dana del pasado 29 de octubre, aunque las precipitaciones registradas han provocado el desbordamiento del barranco de La Saleta en Aldaia, la «subida puntual» del barranco del Poyo en Paiporta o el desprendimiento de piedras en una carretera en Buñol.
Toda la Comunitat Valenciana esta afectada este lunes por lluvias y tormentas, que han provocado la activación de distintos niveles de avisos, rojos (el máximo) en el litoral norte de Castellón hasta las 12:00 horas y en el litoral de Valencia hasta la medianoche.
Paiporta: Subida puntual de agua en el barranco del Poyo
El alcalde de Paiporta, Vicent Ciscar, ha señalado a EFE que ha sido una noche «relativamente tranquila» y con «normalidad», y salvo «un par de incidencias leves» los colectores han funcionado «muy bien», aunque ha señalado que en total se ha medido acumulados de 22 litros por metro cuadrado en el municipio.
Según Ciscar, ha caído un rayo en un edificio «pero sin mayores problemas» y el barranco del Poyo tuvo durante un «momento puntual» un poco más de medio metro en el fondo del cauce, pero luego bajó y esta mañana «no está pasando agua por el barranco».
Alfafar: El cierre de la zona comercial ha sido clave
El alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, ha señalado que a EFE que a primera hora de este lunes estaba «todo en orden» y el cierre de Ikea y de todo el parque industrial «nos esta ayudando mucho en la en la movilidad, maniobrabilidad y operatividad de las brigadas y operativos».
«La zona comercial esta siendo clave», ha señalado Adsuara, quien ha indicado que a desde primera hora se ha reunido el Cecopal (Centro de Coordinación Operativa Local) para valorar la situación y coordinar el día.
Según el alcalde de Alfafar, de momento el sistema hidráulico «está aguantando. Está lloviendo pero sin ninguna tormenta en poco tiempo, que es lo que lo saturaría y colmataría», y ha añadido que están «actuando bien porque ahora tenemos generadores nuevos en los túneles que están funcionando, han drenado bien y estamos pendientes de ellos por si hay algún apagón».
Buñol: desprendimiento de piedras en la carretera
La alcaldesa de Buñol, Virginia Sanz, ha explicado a EFE que, en principio, la noche ha transcurrido «sin grandes incidentes», aunque se han registrado desprendimientos de piedras en la carretera.
Según ha explicado Sanz, a las 8:30 comenzaban una reunión en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) para informarse sobre las novedades.
Catarroja, sin incidencias destacadas
La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, ha indicado que durante esta noche de aviso rojo por tormentas no hay «ninguna incidencia a destacar» ni cortes de carreteras ni caminos: «Todo está en pleno funcionamiento y estamos haciendo seguimiento de las personas que viven en plantas bajas, personas mayores que viven solas o personas dependientes».
Según Silvent, a pesar de que hoy es festivo en el municipio «estamos en contacto con el área industrial para avisar también de esta alerta a las empresas que están abiertas».
Asimismo, señala que están pendientes de ver cómo va a evolucionar la alerta en las próximas horas y, para ello, ha dicho, «tenemos a todos los equipos, tanto de Policía Local, como brigada o empresas suministradoras de guardia, para poder actuar con rapidez».
Cullera: noche sin incidencias
El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha asegurado en redes sociales que la población ha amanecido «sin incidencias», aunque ha recordado que seguimos en alerta roja y algunos modelos avisan de que en la zona del sur del municipio (Marenyet, l’Estany y Brosquil) podría haber precipitaciones más intensas.
Massanasa: noche sin incidentes
El alcalde de Massanasa, Francisco Comes, ha señalado a EFE que no ha habido incidentes destacados durante la noche porque apenas ha llovido, aunque se espera que las precipitaciones más intensas se produzcan entre las 20:00 horas y las 2 de la madrugada del martes.
Por ello el municipio, que en breve celebrará el Cecopal, aunque ya lo activó el sábado, pusieron ayer en marcha los operativos en Urbanismo para vigilar la red de colectivos y alcantarillado, así como la Policía Local y Servicios Sociales para estar atentos a los vecinos que viven en plantas bajas.
Según Comes, es importante trasladar a la población que sigue activa la alerta roja y aunque en estos momentos no está lloviendo, podría hacerlo a lo largo del día o a partir de las ocho de la tarde.
Utiel: Preocupación por el alcantarillado
El alcalde Utiel, Ricard Gabaldón, ha señalado a EFE que han pasado la noche «intranquilos» por cómo iba a evolucionar la tormenta, y aunque hasta el momento «ha llovido menos de lo esperado» parece que a lo largo del día, y especialmente por la tarde, va a haber más precipitaciones.
«La mayor preocupación es que el alcantarillado está en peores condiciones que en octubre del año pasado, y aunque llueva poco o menos, la repercusión puede ser mayor», ha indicado Gabaldón.






