La Comisión Antiviolencia ha declarado de alto riesgo dos partidos con equipos israelíes: el Valencia Basket-Hapoel Tel Aviv, fijado para el 15 de octubre en el Roig Arena, y el La Laguna Tenerife-Bnei Herzliya, previsto para el martes 14 en el pabellón Santiago Martín. El Ministerio del Interior ha anunciado medidas especiales de seguridad para ambos encuentros.
Estas medidas se suman a las acordadas para el Baxi Manresa-Hapoel Jerusalén, de la tercera jornada de la Eurocopa y también programado para el 15 de octubre. La decisión encadena varios choques europeos con presencia de clubes israelíes en un corto lapso de tiempo. Esto obliga a planificar operativos simultáneos en distintas ciudades.
Medidas reforzadas y calendario
La declaración de alto riesgo implica dispositivos más intensos de control de accesos y refuerzo policial en torno a los pabellones. También requiere una coordinación estrecha entre clubes, organizadores y Delegaciones del Gobierno. Además, se traducen habitualmente en restricciones logísticas, como recorridos separados y revisión de la venta de entradas, para minimizar incidentes.
El calendario concentra citas sensibles: el Tenerife-Bnei Herzliya el día 14 y, 24 horas después, el Valencia-Hapoel Tel Aviv y el Manresa-Hapoel Jerusalén. En paralelo, la Euroliga mantiene otro foco de atención con el Maccabi Tel Aviv, que recibe al Barcelona el 14 de octubre en la cuarta jornada. Este encaje de fechas eleva el desafío operativo. Exige prever perímetros y anillos de seguridad adaptados a cada recinto.
Las decisiones se producen en un contexto de tensión por la situación en la Franja de Gaza, que ha desencadenado manifestaciones en numerosos países. En La Laguna, el alcalde solicitó la suspensión del partido al Consejo Superior de Deportes y a otras instancias. Alegó que no se debe blanquear la actuación del ejército israelí en Gaza y alertó de posibles acciones. Ante la presencia del Bnei Herzliya, podrían ocurrir en el municipio.
En Valencia, el movimiento BDS presionó para que el club suspenda el choque frente al Hapoel Tel Aviv. Advirtió que, si no ocurre, llamará a una movilización en los aledaños del pabellón. Ese escenario obligará a extremar las medidas de prevención, poniendo especial atención a los accesos y a la separación de flujos de aficionados y manifestantes.
Presión social y decisiones de los clubes
El Valencia Basket no se ha pronunciado sobre la petición de suspensión, pero mantiene cerrada la venta al público general para este encuentro. Además, no ha comunicado aún al club israelí si ofrecerá más entradas de las mínimas 140 que le corresponden por normativa. Estos movimientos muestran una estrategia de cautela para controlar aforos y facilitar la labor de seguridad dentro y fuera del recinto.
En Manresa, varios grupos de animación pidieron el mes pasado cancelar el duelo con el Hapoel Jerusalén por considerarlo absolutamente inaceptable. Además, el Barcelona rechazó ceder el Palau Blaugrana para que el conjunto israelí se ejercitara la mañana del miércoles 15 de octubre. Lo hicieron antes de su partido vespertino, aludiendo motivos logísticos y de orden público. Tuvieron en cuenta también el rechazo que estos equipos generan entre parte de la población.
Con el sello de alto riesgo y el calendario comprimido, los organizadores preparan dispositivos de vigilancia. También se incluyen coordinación extraordinarios para que los partidos puedan disputarse con garantías. La prioridad es prevenir incidentes, ordenar la llegada de aficionados y proteger el entorno de los pabellones. Todo esto tiene en cuenta la posibilidad de protestas.






