7.5 C
Valencia
martes, diciembre 16, 2025

Un arquitecto que perdió a su sobrina en la DANA asegura que la Vía Verde habría salvado vidas

UJI INSITUCIONAL
Ejemplo de shortcode con estilo
Según su exposición, esa infraestructura habría permitido desviar parte del caudal hacia el mar, rebajando la lámina de agua en zonas críticas y reduciendo el riesgo mortal para vecinos atrapados en viviendas y calles

El arquitecto Alejandro Escribano, autor del Plan General de València, ha sostenido ante la comisión de investigación sobre la DANA que su sobrina, fallecida en las inundaciones del 29 de octubre de 2024, probablemente estaría viva si la Vía Verde se hubiera ejecutado.

Según su exposición, esa infraestructura habría permitido desviar parte del caudal hacia el mar, rebajando la lámina de agua en zonas críticas y reduciendo el riesgo mortal para vecinos atrapados en viviendas y calles.

‘La diferencia entre dos metros y un metro de agua es la diferencia entre vivir o morir, es la diferencia entre acabar en una tintorería limpiando la ropa o acabar en un tanatorio’, ha afirmado con emoción.

Ha añadido que su sobrina seguiría viva si esas obras de protección hubieran estado en servicio y que, además, habría habido menos víctimas que las 230 registradas si la población hubiera recibido a tiempo un mensaje de alerta: ‘las dos cosas fallaron‘.

Desvío de caudales y nivel de agua

Escribano ha calificado la inundación del 29 de octubre como un episodio absolutamente excepcional, con caudales estimados de entre 2.500 y 3.000 metros cúbicos por segundo y un periodo de retorno que sitúa el fenómeno por encima de los 500 años, en el entorno de los mil o mil quinientos.

En ese contexto, ha explicado que la Vía Verde habría podido derivar al mar unos 700 metros cúbicos por segundo, que sumados a los 800 de la capacidad existente, habrían permitido absorber cerca de 1.500.

Aunque no cabía toda el agua, esa descarga complementaria, ha dicho, habría rebajado lo suficiente el nivel como para que personas en riesgo extremo tuviesen margen para salvarse. ‘No cabía toda el agua, pero la bajada de nivel probablemente hubiera sido suficiente para que una persona joven y atlética como ella se hubiera podido salvar’.

El urbanista ha defendido combinar soluciones basadas en la naturaleza —como parques inundables que laminan avenidas— con infraestructuras capaces de evacuar el excedente hacia el mar cuando la intensidad supera con creces lo esperable. A su juicio, la clave es minimizar el daño inevitable en episodios extremos y acelerar el desagüe para acortar la exposición de la población.

Gestión de emergencias y planificación territorial

Junto a las obras, Escribano ha insistido en profesionalizar la respuesta ante emergencias. Recordó que en catástrofes de alto riesgo es determinante quién dirige el operativo y citó el incendio de Notre Dame como ejemplo de gestión técnica eficaz.

En esa línea, ha defendido que el Cecopi esté liderado por profesionales para ganar minutos críticos, coordinar recursos y asegurar que los avisos de peligro lleguen de forma temprana a la ciudadanía.

En el plano normativo y de planificación, ha señalado que la ley de la Huerta valenciana ‘era un obstáculo objetivo a la ejecución de cualquier infraestructura hidráulica’. También ha subrayado el escenario de cambio climático: ‘existe, se van a producir lluvias más potentes y hay que estar preparados’.

Por ello, ha pedido superar los planes urbanísticos aislados de cada municipio del área metropolitana y apostar por planes sectoriales que aborden problemas concretos de movilidad, ocupación del suelo e infraestructuras hidráulicas con una visión de conjunto.

Finalmente, ha valorado que el nuevo Plan de Acción Territorial sobre prevención del riesgo de inundación en la Comunitat Valenciana (Patrivoca) ‘tiene que ir mucho más allá’. A su juicio, debe regular aspectos operativos como el acceso seguro a las primeras plantas de las viviendas para que, en caso de crecida súbita, nadie quede atrapado sin una vía de salida.