El Ministerio de Sanidad ruso ha confirmado que el saldo provisional de víctimas del atentado perpetrado este viernes en el centro de recreo y exposiciones Crocus City Hall de Moscú ha alcanzado cifras desgarradoras. Según las autoridades, el ataque, reivindicado por el Estado Islámico, se ha cobrado la vida de al menos 133 personas, incluidos tres niños inocentes.
De momento, hay once personas detenidas, incluidos cuatro terroristas directamente implicados en el ataque terrorista, según informa el FSB, el servicio federal de seguridad ruso. El servicio de inteligencia ruso ha reconocido este sábado que recibió aviso de los Estados Unidos sobre un inminente ataque terrorista.
El incidente tuvo lugar durante un concierto de rock en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de Moscú, donde individuos aún no identificados llevaron a cabo un tiroteo, informaron fuentes policiales. Los primeros reportes sugieren que el número de víctimas podría aumentar, ya que el caos y la confusión reinaban en medio del ataque.
Testigos presenciales relatan que al menos tres individuos vestidos con ropa de camuflaje perpetraron los disparos en el centro comercial Crocus City Hall donde seguidamente tuvo lugar una explosión y se declaró un incendio.
El Comité de Investigaciones de la Federación Rusa ha confirmado que cinco hombres armados llevaron a cabo el ataque, abriendo fuego con armas automáticas contra los asistentes al concierto. Este acto terrorista se perfila como uno de los más mortíferos en la historia reciente de Rusia.
Las autoridades advierten que el número de víctimas mortales podría aumentar a medida que se llevan a cabo las labores de rescate y se evalúa la magnitud total del desastre.
Las fuerzas de seguridad rusas están desplegadas en la zona, mientras se intensifican las investigaciones para identificar a los perpetradores y determinar las circunstancias exactas del ataque. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha condenado enérgicamente el acto terrorista y ha prometido una respuesta firme contra los responsables.