La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estalla contra las instituciones europeas por no haber llegado a un acuerdo sobre la aplicación de una cláusula de salvaguarda automática del arroz en caso de que las importaciones foráneas supongan un impacto grave para la rentabilidad de los productores comunitarios.
La organización agraria reclama a la Comisión Europea, al Consejo y al Parlamento que trabajen por separado en medidas de salvaguarda y alcancen un consenso antes de la entrada en vigor oficial del traspaso del Esquema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SPG).
El miembro del Comité Ejecutivo de AVA-ASAJA y vicepresidente del Grupo de Trabajo del Arroz del COPA-COGECA, Miguel Minguet, asegura que “el artículo 29, sobre mecanismos automáticos de salvaguarda, ha sido siempre la única solución posible para abordar realmente el problema relacionado con el SPG para el sector del arroz. Llevamos muchos años trabajando intensamente para cerrar un acuerdo y no es de recibo que tras siete trílogos para renovar el SPG todavía sigamos sin este resultado tan necesario”.
Añade Minguet que “resulta evidente que los Estados miembros no productores de arroz están poniendo palos en la rueda y ya es hora de que dejen de anteponer sus intereses comerciales particulares a la producción de arroz en Europa, que no sólo constituye un alimento de primera necesidad sino también un cultivo fundamental para la preservación de espacios de alto valor medioambiental. ¿Hasta cuándo y hasta qué límite Bruselas va a seguir utilizando el arroz como moneda de cambio? La UE debe decidir si de mayor quiere ser un continente netamente productor o importador, porque sus medidas están dirigidas a reducir la autosuficiencia alimentaria y a depender cada vez más de lo que producen países terceros con menores garantías de seguridad alimentaria, respeto al medioambiente y derechos humanos”.
La experiencia de 2019 demostró que la cláusula de salvaguardia en defensa del arroz europeo, para hacer frente a los envíos masivos sin arancel de Myanmar y Camboya, suponía un proceso “largo, complicado y mal aplicado”.
“Ya sin ninguna cláusula ni cualquier otra cortapisa, sus exportaciones a la UE de arroz barato con estándares de sostenibilidad más bajos se han incrementado y, según el COPA-COGECA, actualmente ostentan unos niveles nunca antes vistos, hasta tal punto de ya se han registrado bloqueos de transacciones entre productores y molineros de arroz en algunos países europeos”, finaliza.