Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, ha lamentado que la alcaldesa de València, María José Catalá, blanquee el franquismo, algo que ha calificado de ‘muy peligroso en el momento actual‘. La crítica se ha producido a raíz de unas declaraciones de Catalá en una entrevista en las que, al ser preguntada por Franco, ha evitado una condena tajante y ha llamado a mirar al futuro.
Durante esa conversación, Catalá ha afirmado que el franquismo es ‘una etapa de nuestra historia que tiene lados positivos y negativos, pero en cualquier caso España tiene que mirar hacia el futuro’. Posteriormente, ante las reacciones generadas, ha matizado que se trata de un periodo en el que ‘los derechos y libertades no se respetaron‘ y que esa etapa ‘ha sido superada por generaciones que tenemos muy claro nuestro compromiso con las libertades y la democracia‘. Con ese giro, la alcaldesa ha intentado encuadrar sus palabras en un mensaje de concordia y progreso.
En referencia a estas explicaciones, Bernabé ha sostenido que la regidora solo ha rectificado por la contestación pública recibida: ‘cuando le han caído todos los comentarios posibles y todos los reproches imprescindibles y necesarios, pues ha intentado reconducir’. Para la delegada, el problema ha nacido en la respuesta inicial, que ha abierto una polémica innecesaria al relativizar una dictadura caracterizada por la ausencia de derechos.
Rectificación y reproches
La representante del Gobierno ha afirmado que las primeras palabras de Catalá revelan el fondo de su posición: ‘esto es lo que pasa cuando uno no piensa lo que dice, que dice lo que piensa en realidad’. Y ha vinculado esa postura con la derecha radical: ‘no me extraña, en el fondo, que María José Catalá fuera la candidata de la sucursal de Vox en la calle Génova’. Según Bernabé, en un gobierno local donde conviven derecha y extrema derecha, mensajes así alimentan el negacionismo sobre los abusos del pasado.
En esa línea, ha enmarcado lo ocurrido en lo que considera una agenda ideológica del actual equipo municipal: ‘València es la gran ciudad de España en la que gobierna la extrema derecha con la derecha extrema. María José Cátala hace apología de negacionismo, compara al colectivo LGTBI con una enfermedad, borra a las mujeres víctimas de violencia de género de las convocatorias y de las discriminaciones positivas y le quita el acento a València por pura ideología’. Para Bernabé, el conjunto de estas decisiones y declaraciones forma un patrón que cuestiona avances en igualdad y diversidad.
La delegada ha concluido con un reproche directo a la valoración inicial de Catalá sobre la dictadura: ‘Nos faltaba esto y, sinceramente, no sé qué ha visto de positivo en un momento de nuestro país en el que sólo había muerte, destrucción, asesinatos, censura, pobreza, miseria… ¿Qué es lo que veía de positivo? ¿Los collares de la señora Carmen Polo?’. A su juicio, la memoria democrática exige no suavizar ni relativizar ese periodo y mantener un compromiso claro con los derechos y las libertades en el presente.






