domingo, 8 septiembre 2024

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Bielsa: ‘Queremos potenciar en Mislata el estado del bienestar que se consolidó con el gobierno de Ximo Puig’

El alcalde de Mislata analiza los desafíos actuales, la importancia de las políticas progresistas y su visión para el futuro del municipalismo valenciano.

Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata desde 2011, es un político dedicado y apasionado por el bienestar de su ciudad. Con una trayectoria marcada por su compromiso con la justicia social y la mejora de los servicios públicos, Bielsa ha liderado la transformación de Mislata en una ciudad moderna y accesible. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y con una vasta experiencia en la administración pública, ha enfrentado múltiples desafíos, desde la crisis económica hasta la pandemia y la guerra en Ucrania, demostrando una gestión eficaz y cercana a los ciudadanos. Su liderazgo se caracteriza por la búsqueda constante de consenso y diálogo, valores que defiende tanto a nivel local como en sus aspiraciones para una mayor representación en la Diputación de Valencia y en Europa.

Pregunta: Tras del congreso y un año después de las elecciones, ¿El PSPV está más cerca de recuperar las instituciones valencianas?

Respuesta: El PSPV abordó una renovación en el pasado congreso. Lo hicimos bien. Hemos salido más fuertes, mejor preparados y con más capacidad para presentar un proyecto político ganador. Nuestro objetivo claro es recuperar la Generalitat para la mayoría social. Hoy es evidente que, después de un año de gobierno de derechas, la ciudadanía de la Comunidad Valenciana vive peor. Todos los datos así lo indican: no solamente en cuestiones relacionadas con la justicia social, sino también como consecuencia de los recortes y de la devaluación de los servicios públicos. Es evidente que los ciudadanos están en peores condiciones que hace un año.

Por tanto, se trata de trabajar unidos para decirle a la ciudadanía con claridad que tenemos un proyecto para volver a recuperar su confianza y cambiar las prioridades en la política autonómica. Estas prioridades deben ser siempre las políticas para las personas, la justicia social, la igualdad y la lucha contra el cambio climático. No podemos seguir con el negacionismo de todos los avances en derechos y libertades que hemos conseguido en las últimas décadas. De lo que se trata es de trasladar la confianza a la ciudadanía, de que podemos lograrlo y de que queremos gobernar para la mayoría.

P: De esa carencia de justicia social que señala ¿Cuál sería el caso más grave?

R: Hay varios ejemplos: la sanidad pública está devaluada, hoy hay más listas de espera que nunca, y eso va en perjuicio de la gente. En educación, se ha reducido notablemente el Pla Edificant para mejorar la educación de nuestros niños y niñas, una educación que tiene que ser de calidad y pública. Recientemente, han reducido 5.000 profesores que se tenían acordado contratar para el curso próximo, lo cual afecta los ratios en las aulas y provoca el cierre de aulas en nuestros colegios. Además, se han aprobado leyes que nos hacen retroceder en memoria democrática y en muchas cuestiones que tienen que ver con la justicia social. Hay un negacionismo claro de la igualdad y de la lucha contra la violencia de género. Los colectivos de todas las materias se están manifestando todos los días a las puertas del Palau, lo cual evidencia que algo no está funcionando bien y que la política sectaria del Gobierno valenciano está provocando el rechazo bastante mayoritario de la sociedad.

Nosotros, el Partido Socialista, tenemos que presentar una alternativa de diálogo, consenso y cooperación con la mayoría social. Se gobierna para intentar que la gente viva mejor y sea más feliz. Ese es el objetivo de la política, y hoy es evidente que la ciudadanía valenciana vive peor que hace un año.

“Lo primero que Mazón debe hacer urgentemente es apartar a la ultraderecha del Gobierno valenciano”

P: Lambda se ha desmarcado de las celebraciones del Orgullo y ha criticado tanto al Ayuntamiento como a la Diputación. ¿Esto se va a quedar en una lucha política? ¿Realmente se ha retrocedido en esa lucha de derechos?

R: Es evidente que cuando el Partido Popular gobierna con la ultraderecha en las instituciones valencianas, el retroceso en los derechos alcanzados es claro. Se cuestiona permanentemente la diversidad, las políticas de lucha contra la violencia de género, el apoyo al colectivo LGTBI y muchas otras materias. La alianza de Mazón con la ultraderecha y Vox es alarmante. Lo primero que Mazón debe hacer urgentemente es apartar a la ultraderecha del Gobierno valenciano, porque está claro que estamos retrocediendo. La sociedad quiere avanzar, quiere gobiernos que dialoguen, que no se enfrenten, que hagan políticas para tener más derechos, para vivir en una sociedad más moderna y avanzada. El PP, que es rehén de la ultraderecha, tiene que tomar decisiones claras y urgentes para romper con la ultraderecha.

P: ¿Considera que las próximas elecciones europeas se verán, al menos en la Comunidad Valenciana, como una valoración de las políticas de Mazón o de las políticas de Sánchez?

“la política no puede ser una trituradora de personas decentes”

R: Lo que se decide el próximo 9 de junio es si queremos una Europa que avance o una Europa que retroceda. Si queremos una Europa que trabaje por la emergencia climática, la lucha contra la violencia de género y la igualdad, que siga impulsando el diálogo y la concordia, y que potencie, proteja y defienda la justicia social. Si queremos una Europa que siga repartiendo recursos a los estados miembros para realizar inversiones que beneficien el día a día de la ciudadanía, como ha pasado con los fondos Next Generation durante estos últimos años, o si queremos una Europa que retroceda hacia el euroescepticismo que representa la ultraderecha aliada con el Partido Popular Europeo.

La ciudadanía tiene que decidir si quiere una Europa conservadora, aliada con la ultraderecha, que intenta hacernos retroceder en temas tan elementales como los que hemos hablado, o si quiere una Europa que siga avanzando en cuestiones básicas por el interés europeo, por el bienestar del planeta y, en definitiva, por la justicia social de todos los ciudadanos europeos.

Creo también que debemos apelar al espíritu del pasado 23 de julio. Se trata de luchar contra quienes atacan sistemáticamente el estado del bienestar. En las próximas elecciones europeas, España se juega mucho, y el municipalismo también. Todos los alcaldes y alcaldesas sabemos la importancia que tiene Europa en el día a día de nuestros municipios, con inversiones y el fortalecimiento del Estado del Bienestar. No podemos permitir que ese proyecto de éxito se rompa el próximo 9 de junio.

P: ¿Crees que el modelo de concordia que, por ejemplo, ha encarnado Salvador Illa en Cataluña, es exportable a la Comunidad Valenciana?

R: Yo creo que es el modelo ideal. El modelo de la concordia es el modelo del diálogo, del consenso, de unirnos para temas básicos de las políticas en mayúsculas, las políticas para las personas: en materia de sanidad, educación, el trabajo sobre el medio ambiente y la emergencia climática, y la transición ecológica. Es decir, todos los temas que son importantes para el futuro de nuestro país, de Europa y, en definitiva, de nuestros pueblos y ciudades.

Por tanto, yo apelo a que debería haber más diálogo, más consenso, más hablar y menos crispar. Las políticas de los bulos, de las mentiras, de los engaños, y esa “máquina del fango” en la que se ha convertido la política hoy en día, deben cambiar. Muchas veces digo que la política no puede ser una trituradora de personas decentes. Tiene que ser un instrumento para cambiar la sociedad a mejor, para que la gente viva mejor y sea más feliz.

Ese espíritu de la concordia, del diálogo, del debate, de pensar siempre en cómo mejorar la sociedad en la que vivimos, es el que debe imperar y el que tiene que ganar frente a la política de la derecha y la ultraderecha, que lo único que intentan es poner en marcha la maquinaria del fango.

“Queremos seguir potenciando en Mislata el estado del bienestar que se consolidó con el gobierno de Ximo Puig”

P: ¿Qué más exigencias tiene el Ayuntamiento de Mislata al Consell actual además del acceso norte?

R: Para nosotros, el acceso norte es un tema prioritario. Somos la ciudad con más densidad de habitantes por kilómetro cuadrado de España y la segunda de Europa, por lo tanto, la Generalitat tiene que cumplir los compromisos adquiridos cuando aprobó en su momento, bajo el gobierno del Partido Popular, el PAI con mil viviendas y se comprometió a realizar ese acceso a nuestra ciudad. Este acceso es esencial para garantizar la movilidad de la ciudadanía de Mislata, y lo vamos a exigir. Estamos en buena sintonía y creo que hay un compromiso, no solo por parte del gobierno anterior de la Generalitat, sino también del actual. De hecho, próximamente tengo una reunión con la Consellería sobre esta materia y confío en que finalmente ese acceso norte se realice.

Tenemos muchas reivindicaciones. En primer lugar, el Pla Edificant, que en Mislata nos han negado. Teníamos cuatro obras comprometidas por parte del anterior gobierno de la Generalitat del Botànic, pero fueron eliminadas de manera sectaria para cuatro colegios de nuestra ciudad. La reclamación a la Generalitat es que nos dé lo que nos corresponde. Los proyectos estaban hechos y aprobados por la Generalitat. Independientemente del color político de las administraciones, hay que mirar por los niños y niñas y por la educación pública de calidad. Por tanto, exigimos que se rehabiliten todos los colegios públicos de Mislata que todavía quedan por rehabilitar. Hemos sido una de las ciudades que más ha apostado por el Plan Edificant, y queremos completarlo.

Otra de las prioridades es el Hospital Militar de Mislata. Tenemos el compromiso de la Generalitat de que sea un hospital de referencia en salud mental y cirugía ambulatoria, para que dé cobertura a nuestra ciudad y garantice una sanidad de primera calidad. También está pendiente la ampliación de nuestro Centro Auxiliar de Salud, que es muy importante.

Tenemos otras reivindicaciones, como la puesta en marcha de la residencia de la tercera edad, cuya construcción está a pocas semanas de concluir. La Generalitat deberá poner en marcha este servicio tan necesario para nuestra ciudad, que supone 40 años de reivindicación. Una ciudad como la nuestra no podía no tener una residencia de la tercera edad, y gracias a la Diputación y al anterior gobierno de la Generalitat, ahora la tenemos. Es crucial dotarla y ponerla en marcha para los ciudadanos de Mislata.

En definitiva, la reivindicación es que se sigan manteniendo todas las políticas que tenemos en marcha actualmente, relacionadas con servicios sociales y con atender a la gente que lo necesita. Queremos seguir potenciando el estado del bienestar que se consolidó durante los ocho años del gobierno de Ximo Puig a nivel municipal, y que en este momento está en riesgo. Nos tendrán enfrente siempre que quieran devaluar los servicios públicos y desmantelar todo lo que el anterior gobierno realizó y que fue bueno para la ciudadanía. Al mismo tiempo, nos tendrán al lado de la Generalitat siempre que las políticas sirvan para seguir avanzando y no retroceder.

“Somos un ejemplo para el municipalismo valenciano en materia de infancia, juventud y personas mayores”

P: ¿Cómo haces balance tras estos 13 años de gobierno? ¿Cómo ha sido el último año? ¿Se ha parecido más este último año a esa primera etapa con Rus en la Diputación y Fabra en la Generalitat?

R: A nivel general, la valoración de estos años es positiva. Mi prioridad siempre ha sido Mislata, seguir avanzando en mejorar la ciudad para que la gente de Mislata se sienta orgullosa de vivir aquí. A lo largo de estos años, Mislata ha cambiado extraordinariamente. No solo hay más infraestructuras, sino que la ciudad se ha modernizado, se ha humanizado y embellecido.

Es verdad que me ha tocado, como alcalde, vivir tres crisis. La primera fue la crisis económica, con una situación de deuda desorbitada que dejó el Partido Popular en nuestra ciudad, más de 40 millones de euros. Hoy en Mislata, la deuda no llega a seis millones, lo cual muestra el esfuerzo económico que hemos hecho durante estos años. Y a pesar de eso, hemos avanzado muchísimo en todos los sentidos.

Luego vivimos la crisis sanitaria provocada por la pandemia, que generó una situación gravísima en nuestro país y en Mislata, con consecuencias económicas y sociales. Posteriormente, vivimos otra crisis más, la de la guerra de Ucrania, que ha provocado un aumento de los precios. Esto, lógicamente, reduce nuestra capacidad de inversión en la ciudad, ya que en Mislata los impuestos llevan congelados 13 años. Al final, si los precios suben y los impuestos se mantienen constantes o incluso bajan en algunas ocasiones, no puedes hacer todo lo que te gustaría.

Considero que el avance de nuestra ciudad en estos años es positivo en materia cultural, educativa y deportiva. Somos un municipio referente. Más de 8.000 niños y jóvenes participan activamente en las políticas públicas. Somos un ejemplo para el municipalismo valenciano en materia de infancia, juventud y personas mayores. Pero no soy yo quien debe valorar la gestión. A lo largo de estos años, junto con mi equipo, que es un equipo formado, preparado y con ilusión, hemos intentado que nuestra ciudad avance y sea un lugar mejor para vivir. Los ciudadanos son quienes valoran realmente nuestra gestión en las elecciones, cuando nos otorgan su confianza. Estoy muy agradecido por el cariño, el apoyo y la confianza que elección tras elección nos han dado, y espero no defraudar sus expectativas durante esta legislatura.

P: ¿Cuál es el proyecto más personal que tienes pendiente y que te gustaría ver completado al final de la legislatura?

R: Hay varios proyectos importantes: tenemos un centro deportivo con cafetería en nuestro campo de fútbol que está en construcción en este momento. También estamos construyendo un auditorio, algo esencial para una ciudad como Mislata. La Ronda Norte, el Hospital Militar, que será un hospital de referencia en salud mental y cirugía ambulatoria, y la residencia de la tercera edad, cuya construcción está a pocas semanas de concluir. Estas son grandes infraestructuras que mejorarán nuestra ciudad.

Pero también hay pequeñas políticas y decisiones que son igualmente importantes, como el asfaltado de calles, la mejora de zonas urbanas, parques infantiles y el impulso de políticas de infancia. Estas pequeñas cosas hacen que nuestra ciudad sea diferente y también merecen la pena, a veces incluso por encima de los grandes proyectos.

P: Está claro que el proyecto en Mislata no es un proyecto focalizado, sino que es muy transversal. ¿Sería este el modelo que te gustaría trasladar a una Diputación de Valencia gobernada por el PSPV?

R: Sin duda. El modelo de la participación ciudadana, del impulso de las políticas públicas y de la mejora del estado del bienestar colectivo es fundamental. Desde la Diputación se pueden trabajar muchos de estos aspectos. Hoy en día, la Diputación está sin proyecto y sin ideas, por lo que creo que podemos hacer muchas cosas si hubiera un cambio en la Diputación. Este cambio estaría dirigido fundamentalmente a que la provincia avance en materia de empleo, promoción económica, turismo y en políticas públicas relacionadas con la justicia social, que también creo que son necesarias impulsar desde la Diputación de Valencia.

“La Unió Municipalista no debería inquietar a los socialistas, sino al Partido Popular”

P: ¿Qué piensas sobre la constitución de la Unión Municipalista?

R: Ens Uneix forma parte de un proyecto municipalista independiente, pero está agrupando a muchos partidos de derechas y de extrema derecha. Por tanto, cuando te asocias y te mimetizas con partidos de derechas, es difícil defender las políticas progresistas.

Creo que tenemos que seguir haciendo lo que estamos haciendo: desde el municipalismo, implementar políticas para la gente y mirar al futuro con el apoyo de la ciudadanía. Nuestro objetivo es intentar cambiar las cosas y la política que se está haciendo desde la Generalitat. Poco más tengo que decir sobre la cuestión del partido municipalista de Jorge Rodríguez.

Sobre el partido municipalista independiente, que está conformado por una mayoría de partidos de derechas y ultraderecha, no es al PSPV a quien debería inquietar, sino al Partido Popular.

P: ¿Quién está realmente al timón de la Diputación?

R: El presidente es el presidente, pero realmente está encadenado a Vox. La Diputación no se puede gobernar si no es con el apoyo de Vox, y eso es un problema para cualquier institución, incluida la Diputación de Valencia.

Cuando uno necesita los votos de Vox para gobernar, toma decisiones que van en contra del municipalismo y de políticas tan importantes como la emergencia climática, la igualdad, la diversidad, la lucha contra la violencia de género y la memoria democrática. Estas decisiones hacen que la Diputación retroceda, y esa es la realidad que vivimos. Al timón, hay un presidente que depende de Vox. Además, hay un presidente y una vicepresidenta de Ens Uneix.

“Impedir que los ayuntamientos puedan asociarse en mancomunidades va en contra del municipalismo”

P: ¿Cómo puede afectar la eliminación de las mancomunidades y cuál cree que es el interés detrás de esta decisión?

R: Lo primero de todo es que el retroceso que se va a vivir en el ámbito de la unidad del municipalismo para lograr hacer políticas conjuntas y mancomunadas es algo sin precedentes. Esa es una de las consecuencias de tener a Vox en el gobierno y de ser rehén de los posicionamientos negacionistas de Vox.

Creo que el municipalismo sale perjudicado y la política se devalúa. Las mancomunidades son un instrumento útil y eficaz para mancomunar servicios, unir territorios y llegar donde el municipalismo no puede, donde el Ayuntamiento no puede. Además, permiten ahorrar costes en servicios que luego repercuten en el bienestar de la ciudadanía. Impedir que los ayuntamientos puedan asociarse en mancomunidades comarcales para prestar servicios más económicos, generar empleo y hacer políticas conjuntas va en contra del municipalismo. El problema es que el PP, rehén de la ultraderecha, gobierna con la ultraderecha en la Generalitat y necesita sus votos en la Diputación. Nadie planta cara a las políticas reaccionarias y sectarias que se están llevando a cabo, específicamente por parte de Carlos Mazón.

Esto va a suponer un paso atrás muy importante. Nosotros, desde el Partido Socialista, que somos un partido comarcal y creemos en las mancomunidades, nos vamos a oponer de manera contundente ante este retroceso que supone eliminar las mancomunidades. A lo mejor hay una decisión más vinculada al sector político, intentando desarmar a las mancomunidades que están más controladas por el PSPV.

El Consell actúa de la misma manera que hace muchos años, cuando el Partido Popular gobernaba en el Ayuntamiento de Valencia y el área metropolitana estaba en manos de partidos progresistas y mayoritariamente gobernados por el PSPV. Se lo cargaron porque no tenían la mayoría. Así no se puede hacer política. La política sectaria de la confrontación y de intentar retroceder cuando una institución no canta a tu son va en perjuicio de la mayoría social. El PP siempre actúa de la misma manera, y ahora con los negacionistas de Vox en el gobierno impulsando políticas para devaluar la política, es aún más evidente.

Estamos acostumbrados a esto, ya lo hemos vivido. Intentan apartar, hacer políticas sectarias y arrinconar a quienes no piensan como ellos. Que se lo pregunten al mundo de la cultura. Esto es el ADN del Partido Popular. Por eso hay que cambiar la Generalitat y la ciudadanía debe darse cuenta de lo importante que es. Estas políticas y estos políticos que hacen del sectarismo, la manipulación, los bulos, las mentiras, el enfrentamiento y la confrontación su día a día, deben ser arrinconados. Al final, se trata de que la política sea útil para todos los ciudadanos, sin importar a quién voten, y eso no es lo que está pasando hoy. Por tanto, hay que cambiarlo.

P: ¿Cuál es la salida al laberinto del Fondo de Cooperación?

R: Lo primero de todo es que hoy los municipios no tienen el Fondo de Cooperación debido a una decisión directa de Carlos Mazón del Partido Popular y a la inacción por parte de la Diputación de Valencia. Hemos exigido que, de forma urgente, se aprueben los expedientes necesarios para que los ayuntamientos puedan disponer de estos fondos independientemente de la Generalitat. Cabe recordar que el presidente de la Generalitat, cuando fue presidente de la Diputación de Alicante, vetó el Fondo de Cooperación.

Es evidente lo que está pasando: lo tienen bloqueado. Como tenemos un presidente de la Diputación que sigue las órdenes de Carlos Mazón, hay una inacción que perjudica gravemente a los ayuntamientos. El Fondo de Cooperación es un fondo incondicional que se otorga para que los ayuntamientos, desde su autonomía, puedan decidir en qué invertir esos recursos. La mayoría de los ayuntamientos tienen presupuestado ese dinero, y si no lo tienen, cuando les llegue el dinero, tienen que generar crédito. Esto significa que deben iniciar los procesos de contratación de obras y servicios, y no les va a dar tiempo para terminar el año.

Por tanto, la situación a la que están sometiendo a los ayuntamientos es muy grave económicamente. La exigencia, que ya manifestamos en el pleno de la Diputación recientemente, es que, independientemente de lo que haga el Gobierno autonómico, que tiene bloqueado el Fondo de Cooperación, la Diputación traslade los recursos directamente a los municipios. En la etapa del gobierno provincial de Toni Gaspar, estos fondos fueron de 80 millones de euros. Necesitamos que se mantenga este apoyo para impedir un retroceso en esta materia.

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