El rey Carlos III de Inglaterra ha sido diagnosticado con un cáncer, según ha anunciado Buckingham Palace, que no ha especificado qué tipo padece el monarca británico, aunque ha detallado que ya ha empezado a someterse a tratamiento y que sus médicos le han aconsejado suspender su agenda institucional.
La Casa Real británica ha aclarado que no se trata de un cáncer de próstata, pues el agrandamiento de próstata por el que tuvo que ser intervenido recientemente era benigno.
De hecho, fue durante este tratamiento cuando “se observó otro motivo de preocupación”. “Las pruebas diagnósticas posteriores han identificado una forma de cáncer”, especificaron.
Así, el monarca ha comenzado este mismo lunes con una serie de “tratamientos regulares“, durante los cuales, añade la nota, sus médicos le han aconsejado que posponga sus compromisos institucionales públicos. No obstante, agrega, durante este periodo Carlos III sí continuará con sus labores de Estado y el papeleo oficial como de costumbre.
El comunicado de Buckingham destaca la gratitud del monarca hacia su equipo médico por su “rápida intervención“, que fue posible -añade- precisamente “gracias a su reciente procedimiento hospitalario”. Asegura también que el rey se mantiene “completamente positivo” sobre el tratamiento y que espera retomar a sus deberes públicos al completo lo antes posible.
“Su majestad ha decidido compartir su diagnóstico para evitar especulaciones y con la esperanza de que pueda ayudar a la comprensión pública de todos los afectados por el cáncer en todo el mundo”, concluye el documento.
