Susana Camarero ha atribuido al Gobierno central el retraso en la llegada de la Unidad Militar de Emergencias durante la dana que golpeó Valencia el 29 de octubre de 2024, al asegurar que tuvieron que ‘esperar 96 horas para que el Ejército se desplegase‘. Según ha explicado en la comisión del Congreso sobre la dana, solicitó ‘más unidades de la UME, de 500 en 500‘ y ha lamentado que ‘no se desplegó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil‘ a pesar de que se produjeron saqueos.
La vicepresidenta ha responsabilizado a Interior y Defensa porque, en sus palabras, ‘no estuvieron a la altura de la catástrofe natural‘. Ese retraso de 96 horas —equivalente a cuatro días— ha sido presentado por Camarero como un factor que dificultó la primera respuesta y la coordinación de recursos, al sostener que el Gobierno central debería haber intervenido con mayor celeridad.
Ha matizado, no obstante, que ‘la responsabilidad no puede ser solo de una parte‘, enmarcando su crítica en la gestión global de la emergencia y en cómo se articularon las competencias entre administraciones.
Camarero ha evitado pronunciarse sobre el president en funciones, Carlos Mazón. A preguntas del diputado de Podemos Javier Sánchez —’¿Cuál es su opinión?’—, la vicepresidenta ha respondido: ‘yo no vengo aquí a contar mi opinión, vengo a explicar las cosas desde mis competencias‘.
Debate por la coordinación en el Cecopi
El intercambio ha girado en torno a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado. Sánchez le ha reprochado que, si ella se conectó, por qué Mazón no lo hizo. También Compromís y el PNV han criticado que Camarero abandonara la sesión, pese a comprobar que el president no estaba.
La vicepresidenta se ha defendido: ‘No abandoné una reunión a la que no estaba convocada‘, y ha añadido que debía cumplir con su agenda, un acto social, por ‘responsabilidad‘. Ha precisado que, tras ese evento, intentó volver a conectarse sin éxito, mientras atendía mensajes vinculados a sus competencias. A la pregunta de la diputada del PNV —’¿Entonces quién tomaba decisiones?’—, Camarero ha señalado a la delegada del Gobierno central.
En su comparecencia ha reconocido que ‘nadie puede decir que lo hicimos todo perfectamente bien, todos tenemos lecciones aprendidas de esta tragedia‘, en alusión a los fallos que detectó en la respuesta institucional.
Teleasistencia y 112
Respecto a las decenas de personas con discapacidad y dependientes que llamaron a la teleasistencia de su Consellería, ha indicado que las peticiones de auxilio se desviaron al 112. Ha insistido en que ‘el servicio de teleasistencia no es de teleemergencia, no da avisos masivos a la población‘, que se atendió a los usuarios y que el sistema no colapsó.
Camarero ha zanjado que ‘¿qué tengo yo que ver con el 112?‘ y que ‘El 112 no era mi competencia, yo no tenia competencias en ello, sino sobre la teleasistencia‘, remarcando que su departamento gestionó lo que estaba bajo su ámbito mientras reclamaba recursos adicionales a las administraciones responsables del Ejército y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.






