La alcaldesa de València, María José Catalá, ha afirmado que el franquismo tuvo aspectos positivos y negativos y, tras sus palabras iniciales, ha remarcado que es una etapa negra de nuestro país que merece superarse mirando hacia adelante.
En una entrevista hoy en Onda Cero, al ser preguntada si Franco aportó algo positivo a España, ha respondido que se trata de una etapa de la historia con lados positivos y negativos, aunque España debe centrarse en el futuro. En ese contexto, ha mencionado que entonces se hicieron infraestructuras necesarias, como las hidráulicas, que han dado sus frutos y han sido amortizadas, si bien ha subrayado que la ausencia de un sistema democrático que reconociera derechos y libertades no le parece lo más interesante de aquella época.
Matización posterior
Posteriormente, ante los periodistas, ha precisado que reconocer la existencia de esas obras no supone atribuir mérito a Franco ni al franquismo. Ha insistido en que esa etapa no respetó los derechos ni las libertades, que fue una dictadura y que su posición pasa por condenar lo que fue y centrarse en el porvenir.
Catalá ha enmarcado su postura en la defensa del sistema democrático y de la Constitución. Ha recordado que, como doctora en Derecho Constitucional, se cree el proceso democrático español y ha añadido: ‘no me gusta ni el revanchismo ni una reivindicación de que tiempos pasados fueran mejores’. Para la alcaldesa, hay debates que son interesados y no aportan al día a día de los vecinos y las vecinas, y ha remarcado: ‘Hablar de Franco no me motiva cada mañana, me motiva hablar de lo que necesitan los valencianos’.
También ha resaltado que el franquismo tuvo aspectos ‘muy negativos‘ y que la democracia ha sido sana porque ha consolidado un marco constitucional que reconoce derechos y libertades públicas que se deben respetar. Ha sostenido que su prioridad es la gestión de las necesidades presentes y que los debates sobre el pasado no deben desplazar la atención sobre los problemas cotidianos de la ciudadanía.
Con sus declaraciones, Catalá ha tratado de separar la valoración de determinadas infraestructuras de la condena política y moral a la dictadura. Ese énfasis en el futuro y en los derechos enlaza con su rechazo al revanchismo y con la idea de no reabrir controversias que considera estériles para la vida municipal.
Finalmente, ha añadido que se trata de un periodo de la historia de España en el que los derechos y libertades no se respetaron y que ha sido superado por generaciones con un compromiso claro con las libertades y la democracia.
