Carlos Corberán afronta una prueba decisiva en Mendizorroza. El próximo encuentro entre Corberán, Valencia y Alavés es un partido decisivo. Tras encadenar dos derrotas consecutivas, el Valencia necesita al menos un empate ante el Alavés para evitar la que sería la peor racha del técnico desde su llegada al banquillo en diciembre de 2024.
El parón de selecciones ha interrumpido la dinámica competitiva del equipo, que cayó 2-1 en Montilivi frente al Girona y antes 1-2 en Mestalla ante el Oviedo. Es la primera vez en la temporada actual que el Valencia enlaza dos tropiezos seguidos y solo la segunda desde que Corberán asumió el cargo, siendo este partido contra Alavés esencial y decisivo.
El antecedente más reciente de una secuencia similar se produjo en mayo, en el tramo final del curso pasado, con dos derrotas: 1-0 contra el Alavés a domicilio y 0-1 ante el Athletic en casa. Entonces, el equipo cortó la caída con un empate 1-1 en el Villamarín frente al Betis en la última jornada, un precedente que hoy actúa como referencia inmediata.
Evitar la dinámica negativa
Lo que está en juego trasciende el marcador: puntuar serviría para frenar la inercia adversa, proteger la confianza del vestuario y sostener el rumbo del proyecto. Un punto sería suficiente para esquivar la peor racha del técnico, mientras que un triunfo ofrecería un impulso anímico notable. Mendizorroza exige concentración y ritmo, y en un partido previsiblemente cerrado los detalles —la atención en las segundas jugadas, la eficacia en el área y la gestión de los momentos de partido— pueden decidir.
Los números del ciclo de Corberán ayudan a contextualizar la situación. Desde su debut, saldado con un 0-1 ante el Real Madrid en Mestalla, ha dirigido 28 encuentros con un balance de 11 victorias, 9 empates y 8 derrotas. Se trata de un equipo competitivo pero con márgenes estrechos, como reflejan las dos últimas citas, en las que encajó cuatro goles. Reforzar la solidez sin perder colmillo arriba aparece como un objetivo inmediato, especialmente en un escenario donde cada error suele penalizarse. El reto de Corberán ante el Alavés se presenta como un partido decisivo en muchos aspectos.
Con el parón ya superado, la visita al Alavés llega como oportunidad para reajustar mecanismos y cortar la racha a tiempo. Sumar en Vitoria permitiría al Valencia estabilizar resultados y encarar las próximas jornadas con mayor tranquilidad, evitando que dos tropiezos se conviertan en una losa difícil de levantar. Este partido crucial contra Alavés podría definir mucho más que un simple marcador.
