La criminalidad ha subido un 2,3 % en la Comunitat Valenciana en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior.
El último balance del Ministerio del Interior revela 222.462 infracciones entre enero y septiembre, frente a las 217.414 del mismo tramo del año pasado.
El informe distingue entre criminalidad convencional y cibercriminalidad. La primera ha sumado 180.658 infracciones en los nueve primeros meses, un 1,1 % menos que un año antes, mientras que la segunda ha crecido con fuerza. Ese tirón explica que el total aumente pese al retroceso de varias modalidades tradicionales.
Cibercriminalidad al alza
Las infracciones penales vinculadas al entorno digital han crecido un 20,2 %, de 34.785 a 41.804.
Las estafas informáticas han aumentado un 19,8 % y el resto de ciberdelitos, un 23 %.
Con más hechos cometidos a través de internet y dispositivos, este bloque gana peso en el conjunto delictivo y marca la tendencia del trimestre.
Delitos convencionales
En paralelo, varios delitos convencionales han bajado. Los homicidios dolosos y asesinatos consumados han pasado de 46 a 31 (-32 %), los secuestros de 10 a 9 (-10 %), los robos con violencia e intimidación de 4.803 a 4.704 (-2,1 %) y los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones de 13.459 a 12.665 (-5,9 %). Solo en viviendas, la caída de robos alcanza el 6,2 %.
También se han reducido los hurtos (-0,2 %), el tráfico de drogas (-2,1 %) y el resto de criminalidad convencional (-1,4 %). Sin embargo, han repuntado los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, de 108 a 136 (+25,9 %); los delitos graves y menos graves de lesiones y la riña tumultuaria, de 2.828 a 3.043 (+7,6 %); los delitos contra la libertad sexual, de 1.925 a 2.062 (+7,1 %); y las sustracciones de vehículos, de 2.427 a 2.541 (+4,7 %). Este repunte de algunas conductas violentas convive con la mejora de varios delitos contra el patrimonio.
Evolución por provincias
El reparto territorial muestra comportamientos distintos. Alicante ha aumentado un 6,5 %, de 79.767 a 84.936 infracciones; Castellón ha crecido un 0,6 %, de 22.435 a 22.578; y Valencia ha bajado un 0,2 %, de 115.212 a 114.948.
En las capitales, València ha descendido un 1,6 %, mientras que Castellón de la Plana y Alicante han aumentado un 7,3 % y un 12,6 % respectivamente. Esta evolución desigual pone de manifiesto que el crecimiento no es homogéneo y que la caída en València capital amortigua el resultado de su provincia.
En conjunto, el balance apunta a un cambio de perfil delictivo: los descensos en robos y homicidios consumados no compensan el fuerte aumento de la delincuencia en línea y el repunte de algunas tipologías violentas.
Esa combinación ha elevado un 2,3 % la criminalidad en la Comunitat Valenciana en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior.
