En muchas ocasiones no nos damos cuenta de la importancia que tiene para nuestro vehículo, y para nuestra propia seguridad, mantener todos sus elementos en un buen y correcto estado. No obstante, normalmente solemos hacer hincapié en elementos como las ruedas, el aceite, las pastillas del freno o la luna dejando de lado otros no menos importantes. Y uno de ellos es precisamente el limpiaparabrisas. No en vano, nos encontramos ante un elemento que sirve para, entre otras muchas cuestiones, evitar problemas de visibilidad. Ya se trate de lluvia o de residuos estorbando en la luna del coche. En las siguientes líneas os ayudamos a saber cómo, cuándo y por qué cambiar un elemento realmente crucial en la seguridad vial como el limpiaparabrisas.
¿Cuándo cambiar las escobillas?
No existe un periodo determinado, al menos por imperativo legal, para cambiar las escobillas limpiaparabrisas. Aunque la media puede rondar el año. No obstantempañamiento
e, aquí, como en muchos otros casos, impera la regla del sentido común. Es decir, contamos con unos cuantos signos que pueden servirnos de indicativo sobre el grado de desgaste del limpiaparabrisas. A continuación, os enumeramos algunos de los más destacados:
– Ruido. Si al usar las escobillas escuchamos un ruido fuera de lo normal es posible que la goma se haya endurecido o el brazo deformado por culpa del paso del tiempo o de una exposición prolongada a condiciones climatológicas adversas.
– Limpieza no uniforme. ¿Notas que unas zonas se limpian mejor que otras? Es posible que las escobillas no estén ejerciendo una presión uniforme en todas las áreas de limpieza.
– Estrías en el cristal. Se trata de un síntoma que se achaca al mal estado y desgaste de las gomas de las escobillas limpiaparabrisas.
– Empañamiento exterior. El endurecimiento de la goma puede hacer que la goma no se incline correctamente a ambos lados. Provocando el molesto, y peligroso, empañamiento del cristal
– Indicador de desgaste. Algunos vehículos cuentan con sensores de desgaste de escobillas. Si es tu caso, y siempre que dicho sensor funcione correctamente, puedes ahorrarte el resto de pasos. ¡Hazle caso a tu vehículo!
Consejos para un correcto mantenimiento
Resulta recomendable limpiar la escobilla limpiaparabrisas de vez en cuando para evitar un desgaste prematuro. Para ello basta con usar un trapo humedecido en agua o en líquido limpiacristales de calidad. No utilices productos de limpieza de dudosa procedencia. Como suele decirse, más vale prevenir que curar. Por otro lado, más allá de su limpieza, conviene mantenerlo limpio de hojas o restos de suciedad y limpiarlo más a fondo justo antes de exponerlo a la nieve.
¿Cómo cambiar los limpiaparabrisas?
Existen distintos tipos de escobillas. Destacando sobre el resto las tradicionales, fabricadas sobre una estructura de metal en la que encaja en clip la escobilla. Por otro lado están las de goma. Centradas estas últimas en evitar la fricción y mejorar la eficacia del barrido. Y cada una de ellas cuenta con sistemas de instalación diferentes.
