Décima PNS, artista gaditano, se alzó con la victoria en la Liga Nacional de Graffiti en València tras tres jornadas de trabajo en la calle Pepita Samper, en el barrio de Montolivet. La convocatoria reunió a diez creadores y mostró cómo un espacio degradado puede transformarse en un museo al aire libre cuando el arte urbano actúa como motor de regeneración y punto de encuentro vecinal.
El mural ganador representa a una profesora rodeada de niños con forma de ángeles, una imagen que remite al papel de la educación como guía y protección de las nuevas generaciones. La pieza destacó por su carga simbólica y por un acabado que combina narrativa y técnica. El podio lo completaron Jacobo Palos, con un marinero junto a un faro, y Rudiart, cuyo trabajo de estética futurista exigió un notable despliegue técnico.
Murales y barrio de Montolivet
Más allá de los premios, la ruta de murales dejó un panorama diverso que conecta con la identidad local. Hide2 rindió homenaje a Joaquín Sorolla con un retrato que subraya el vínculo entre el muralismo actual y los referentes clásicos valencianos. Dridali, natural de la ciudad, plasmó un mural realista del cantautor de flamenco Parrita, un gesto de memoria cultural que ancla la intervención en el territorio. Konestilo dedicó su obra a la cantante valenciana La Maria, mientras que Nauni69 articuló un homenaje a las Fallas y a la dana mediante la figura de una mujer mayor que emerge del fuego con una pala cargada de barro, una escena que evoca la riada y la resiliencia del vecindario ante la adversidad.
La cita atrajo también a artistas locales como Foskor, Sonic Armada, Duke o Toni Espinar, que colaboraron con nuevos murales y aportaron variedad de estilos. Estas intervenciones, sumadas a la afluencia de público, activaron la vida en la calle y reforzaron la percepción del barrio como espacio creativo, lo que suele traducirse en mayor uso ciudadano, nuevas visitas y una mejora de la imagen urbana.
La respuesta social fue intensa, con vecinos y visitantes llenando la calle durante los tres días. Los talleres infantiles reunieron a un centenar de escolares, una actividad que favorece el aprendizaje sobre el proceso creativo y contribuye a que las nuevas generaciones perciban el arte urbano como una expresión cultural con normas, técnicas y respeto por el entorno.
La entrega de premios corrió a cargo de la concejala de Turismo, Paula Llobet, que subrayó el éxito de esta primera parada de la Liga en València y el papel del arte urbano como dinamizador cultural, turístico e innovador. El consistorio recordó otras iniciativas recientes, como el concurso de arte urbano en persianas de la Junta Municipal de Russafa, y expresó su apuesta por consolidar la Liga en el calendario de la ciudad, integrándola en una estrategia de futuro que prioriza la recuperación de espacios y la participación ciudadana.






