Rosario de Velasco “fue una de las grandes artistas de los años 30 y 40 en España y una figura clave del arte español del siglo XX. También una de las grandes olvidadas, como muchas mujeres artistas” señala en una entrevista telefónica con ‘Actualidad Valencia’ su sobrina nieta Toya Viudes, que se dedica “en cuerpo y alma” a organizar esta exposición que por primera vez en la historia reunirá la gran mayoría de las obras de la polifacética artista.
Nació en Madrid en 1904 y falleció en Barcelona en 1991. “Todo el mundo habla de su sentido del humor, era la que siempre estaba cantando, gastando bromas, era muy echada para delante”, tanto que con el dinero que obtuvo por la Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes en 1932 “se montó con una amiga suya en un barco de la época, el ‘Stella Polaris’ y llegaron a Leningrado”, señala Toya.
La artista -de la que ahora se recopila y recupera su obra- pintaba desde que tenía 7 años, unas 4 ó 5 horas diarias. Su padre era militar, y también maestro de dibujo en la escuela militar. Con 15 años entró en el taller de pintura de Fernando Sotomayor (director del Museo del Prado y de la Academia de San Fernando), donde acaba de formarse. Asimismo, añade su sobrina nieta: “le encantaba la música y el ‘Cuattrocento italiano’… si no hubiera sido pintora hubiera sido directora de cine o escritora”.
Pero con el estallido de la guerra llega el final. “La guerra la parte la vida, tiene que huir. Se convierte en una madre que pinta” (…) Hay cartas a su madre donde se lamenta que no tiene tiempo para pintar… Aunque sigue pintando y luchando contra todo, el arte es su vida, lo que más felicidad le daba era pintar”.
Museo de Bellas Artes de València
“Una pintora que jugó en las grandes ligas del arte en España y Europa” señala la sobrina nieta. Así, Toya está reuniendo por toda España y Museos de referencia internacional -como el Pompidu- las obras, diseños, notas, juguetes y cualquier reminiscencia que nos facilite “hacernos una idea de cómo era le arte de Rosario de Velasco”.
En esta línea, Pablo González Tornel, director del Museo de Bellas Artes de Valencia, -que acogerá dicha exposición desde noviembre de este año a febrero del próximo- asegura a ‘Actualidad Valencia’ que: “Para el Museo de Bellas Artes de Valencia es un orgullo colaborar con el Museo Nacional Thyssen Bornemisza en la recuperación de una de las artistas españolas más relevantes del siglo XX. Esta exposición es la primera monográfica dedicada a Rosario de Velasco y marcará un antes y un después en los estudios sobre la pintora”.
La elección de València como segunda lugar donde se podrá disfrutar de esta exposición no es casual. La propia artista visitó con frecuencia la capital del Túria. “Tenemos una vinculación muy fuerte con València. Mi abuelo vivió allí”, señala Toya Viudes, y añade: “Me hace mucha ilusión que el retrato de mi abuelo se cuelgue allí. Es un homenaje precioso, porqué Valencia lo quiso mucho. Habrá mucha gente que tenga buen recuerdo de él”.
Además, añade Pablo González: “El Museo de Bellas Artes de Valencia ha realizado un esfuerzo durante los últimos años para potenciar su colección de arte contemporáneo, con particular hincapié en el arte realista de las primeras décadas del siglo XX. Rosario de Velasco se encuentra presente en sus salas gracias a la formidable “Matanza de los Inocentes” de 1936, junto a otros importantes artistas como Balbino Giner u Horacio Ferrer de Morgado”.
“Esta exposición recupera la memoria de una de las principales artistas españolas del siglo XX. Tras un intenso trabajo de investigación, se han conseguido reconstruir la biografía y la producción artística de una gran pintora”, concluye el responsable de la pinacoteca valenciana.
En este sentido, la crítica de arte Marisol Salanova señala: “No me gusta eso de “artista olvidada”, prefiero hablar de “artista invisibilizada”, porque lo que ha sucedido es que no obtuvo la visibilidad y el reconocimiento de sus coetáneos pero sí se la recuerda, ahora mismo lo estamos haciendo. De haber sido olvidada no estaríamos hablando de ella, no tendría lugar la exposición. Mientras una única persona recuerde, en este caso su sobrina nieta, la presencia permanece”.
Una de las obras que se podrá admirar en al exposición es ‘Lavanderas’ que “lo tenía mi abuelo materno y lo pintó Rosario en el 34, y en el 36 se lo regaló. Ese cuadro siempre ha estado en su casa en Valencia, luego en su casa en Murcia… y mi abuelo le dejó el cuadro en herencia a mi madre, he vivido toda la vida con ese cuadro, admirándolo al que era pequeña”, apostilla la sobrina nieta.
Género y estilo
Tanto la crítica de arte como el director del Museo de Bellas Artes coinciden en que podría asegurarse que Rosario de Velasco formó parte, en cierta media, de la generación de mujeres artistas conocidas como ‘Las Sinsombrero’. “Pese a que Rosario de Velasco no formó parte formalmente del grupo, las recientes investigaciones y exposiciones acerca de las artistas e intelectuales de la Generación del 27 han incorporado a la pintora vasca junto a otras destacadas artistas como Maruja Mallo”, apunta Pablo González.
En cuanto a su estilo, Salanova tiene claro que “fue muy buena como ilustradora gráfica”, de hecho parte de la exposición lo apoya. Mientras que González pone de relevancia como “Rosario de Velasco se incluye dentro de la nueva figuración española de los años 20 y 30 del siglo. Un movimiento artístico que recupera el clasicismo de las formas y la técnica realista tras la eclosión de las vanguardias durante las dos primeras décadas del siglo. Artistas como Roberto Fernández Valbuena, Alfonso Ponce de León o Ángeles Santos, junto a Rosario de Velasco, protagonizaron una nueva edad de oro de la pintura realista en España”.
Búsqueda, recolección y restauración
Todo comenzó hace ya unos años. La historia puede recordar a los documentales ‘Finding Vivian Maier’ o ‘Searching for Sugar Man’, pero con tintes más castizos, costumbristas y las redes sociales como aliadas. La sobrina nieta de la artista y periodista de profesión se acordó de los anuncios que se ponían en los periódicos “y un día en el sofá de mi casa y con mis conocimientos y experiencia aplicada en las redes sociales decidí intentarlo”.
De ahí, que su biografía en X (antes Twitter) rece: “Busco obra de mi tía abuela Rosario de Velasco, gran artista de los 30, hoy olvidada”. Y tuvo suerte. “La historia empezó a gustar, me empezó gente a ‘retuitear’ y empezaron a aparecer los primeros cuadros, sobre todo de los últimos años (pintó hasta dos años antes de su muerte en el 91)”, añade.
Hasta la fecha ha podido localizar cerca de 300 cuadros, de los cuales muchos “estaban en colecciones particulares que se les había perdido la pista desde que se pintaron (allá por 1935)”. Asimismo, Toya tiene fe en que siga creciendo la exposición y concluye: “Hay gente que no se ha enterado todavía que va ha haber una exposición de mi tía abuela”.
Según el director del Museo de Bellas Artes que albergará la exposición del 7 de noviembre 2024 al 16 de febrero del 2025: “Esta exposición es una muestra temporal compuesta por obras de arte y documentos de procedencias muy diversas, desde centros públicos como el Pompidou, el Reina Sofía o el Bellas Artes de Valencia, hasta los numerosos descendientes de Rosario de Velasco. Se trata de una ocasión única de ver, concentradas en una sede, piezas que habitualmente tienen lugares de exhibición muy distantes geográficamente”.
Como no hay una buena artista sin una buena leyenda, se comenta que la propia Madonna en los años 80-90 durante una visita a Madrid se enamoró perdidamente de la obra de Rosario de Velasco. En concreto de un cuadro titulado ‘Adán y Eva’, en el Reina Sofía. Asimismo, se comenta en los mentideros del arte que la propia intérprete de la ‘Isla Bonita’ no pudo llegar a hacerse con ninguna de las obras de Rosario de Velasco por su escasez y falta de localización. ¿Será ahora el momento adecuado?