La Policía Nacional ha desmantelado una plantación de marihuana instalada en una nave industrial de Massanassa (Valencia) y ha detenido a tres hombres, de entre 20 y 62 años, como presuntos autores de delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
En el registro, practicado a finales de noviembre con autorización judicial, los agentes han intervenido 1.550 plantas y un sistema completo de cultivo interior. Entre el material incautado figuraban focos, ventiladores, aparatos de aire acondicionado, filtros de carbono y grandes depósitos de agua. Este equipamiento, habitual en invernaderos clandestinos, permite acelerar el crecimiento y sostener varias tandas de producción en espacios cerrados, lo que exige un consumo eléctrico elevado. Los investigadores comprobaron además un enganche ilegal a la red, una práctica usada para alimentar la instalación sin facturación y que delata la actividad por las anomalías de consumo.
La investigación se inició tras detectar una nave en un polígono de Massanassa sin actividad comercial aparente a la que varias personas accedían con frecuencia. Esa combinación —inmueble sin uso declarado y movimiento recurrente— activó sospechas habituales en este tipo de investigaciones. Tras las vigilancias y las comprobaciones, el juzgado autorizó la entrada y registro que permitió desarticular la infraestructura y asegurar la evidencia.
Tres detenidos y medidas judiciales
En el interior de la nave fueron detenidos dos hombres como presuntos responsables del cultivo. Según las pesquisas, habían llegado a España en septiembre y octubre con el único fin de hacerse cargo de la plantación, lo que evidencia un reparto de funciones propio de una organización dedicada al cultivo intensivo de cannabis. Días después fue arrestado un tercer varón implicado, al que se le imputan los mismos delitos.
Dos de los detenidos, los localizados en la nave durante el registro, han pasado a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión provisional. El tercero fue puesto en libertad tras declarar, con la obligación legal de comparecer cuando sea requerido por la autoridad judicial.
El desmantelamiento ha dejado inoperativa la instalación, con la retirada del material y el corte del suministro fraudulento. El uso de una nave en un polígono industrial —espacios con tránsito de vehículos y horarios amplios— ofrece discreción y facilita la logística, razones por las que estas organizaciones sitúan allí sus plantaciones. El conjunto de elementos intervenidos y el número de plantas apuntan a una producción planificada y sostenida en el tiempo, ahora neutralizada por la actuación policial.
