La secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, considera a Juan Francisco Pérez Llorca cómplice de Carlos Mazón. Esta opinión surge porque ha sido propuesto por el PP como candidato a la Presidencia de la Generalitat. Por tanto, ha exigido elecciones como única salida a la crisis abierta en la Comunitat Valenciana. La dirigente subraya que el relevo planteado por los populares no nace de las urnas. Además, sostiene que la ciudadanía debe decidir el rumbo político.
Exigencia de urnas
En un comunicado, Morant afirma que Alberto Núñez Feijóo ha demostrado que no manda en el PP valenciano. Tras una semana de parálisis, ha acabado por aceptar la propuesta de Mazón. Según el PSPV-PSOE, esa decisión garantiza al aún president en funciones el aforamiento y el sueldo. Además, prolonga una situación de interinidad que solo se resolvería con una convocatoria electoral.
Sobre Pérez Llorca, la líder socialista lo define como un cómplice de Mazón. Esto se debe al encubrimiento que le habría brindado durante este año. También menciona su silencio sobre las llamadas del día de la DANA cuando, según recuerda, el president estaba en el Ventorro. Apunta que estos extremos deberán ser explicados en sede judicial. A ojos de los socialistas, el PP busca continuidad sin rendir cuentas por los hechos cuestionados. Mientras tanto, la alternativa que proponen pasa por abrir una nueva etapa.
El PSPV-PSOE sostiene que la solución a esta crisis política generada por el PP y la extrema derecha de Vox es una convocatoria electoral. Pérez Llorca no fue elegido por la ciudadanía y no puede representar la nueva realidad social de la Comunitat Valenciana. En esa línea, remarcan que la ciudadanía necesita una verdadera regeneración política. Quieren abrir una nueva etapa de futuro y esperanza. Además, quieren superar las políticas negacionistas del PP y Vox. A su juicio, estas políticas han causado perjuicios a valencianos y valencianas.
Como consecuencia directa de este diagnóstico, los socialistas presionan para que se devuelvan las urnas a la ciudadanía. Quieren medir de nuevo el apoyo a las fuerzas que sostienen el actual Consell. Insisten en que esa vía clarificaría mayorías, cerraría la crisis y dotaría de legitimidad al próximo Ejecutivo autonómico.






