El president de la Generalitat, Ximo Puig, y el presidente de la Diputación de Valencia, Antoni Gaspar, han rubricado este martes, 25 d’abril, día en que se recuerda precisamente la pérdida de los fueros en la Batalla de Almansa, el acuerdo por el que la Generalitat se convierte en la titular del edificio sede del autogobierno.
En este sentido, el jefe del Consell durante la firma de cesión que se ha celebrado en el Saló de Corts, el que fuera también escenario de la primera reunión constitutiva de Les Corts después de casi tres siglos de pérdida de los derechos forales, ha destacado que la recuperación de la titularidad de la sede del autogobierno constituye un “acto de justicia” para el conjunto del patrimonio de la Comunitat Valenciana con el que se completa “un largo proceso hacia la normalidad administrativa” iniciado hace 40 años.
Culmina así un recorrido que se inició el 29 de julio de 1982, cuando el Palau fue cedido en uso a la Generalitat por la Diputación de Valencia, y continuó en julio de 1983, momento en el que la institución provincial acordó su cesión gratuita al Consell y le otorgó el pleno dominio del edificio.
“Hoy, 25 de abril, es inevitable recordar aquellos tambores de guerra” de la batalla de Almansa, hoy loalizados en países como Ucrania o Sudán, porque “el ruido simboliza el fracaso de la política, la peor derrota de una sociedad, la derrota moral”. ha señalado el president en el inicio de su intervención.
“Hace 316 años, el pueblo valenciano sufrió una derrota: las instituciones forales, perdidas; las libertades, anuladas; la lengua, prohibida; la muerte -pensaron algunos- de nuestro pueblo; por esa razón, hoy es un día en que la memoria cívica nos obliga a recordar, pero no a recordar con desesperanza”, ha continuado el president.
Puig ha instado en este sentido a recordar lo conseguido en “los mejores 40 años del pueblo valenciano” que han representado estas cuatro décadas de ejercicio de un autogobierno “infinitamente mejor que el perdido en 1707”, por lo que representa “de identidad recuperada, de principios de civilidad ilustrada y de democracia socialmente avanzada”, y también por el protagonismo asumido por las mujeres y la proyección de una mirada social.
Cooperación institucional
El jefe del Ejecutivo autonómico, que ha recordado que este año se cumplirán 100 años desde que la Diputación se hizo cargo del Palau, ha destacado también que el Consell asume la titularidad de este edificio “desde la cooperación y la buena vecindad”, consciente de que el autogobierno “es una red de seguridad, la ‘mano invisible’ de nuestro progreso”.
“Por todo esto, hoy, con la recuperación simbólica de la casa de valencianos y valencianas, reivindico la gobernanza basada en el respeto a la diversidad, sin sectarismos, sin dogmas, sin uniformismos, una convivencia alejada de la crispación, de las trincheras y los muros”, porque “esa es la base del hecho diferencial valenciano”, ha indicado el president.
Tal y como ha remarcado, Almansa no fue, por tanto, “la muerte del pueblo valenciano”, sino “el inicio de un largo viaje para renacer de las cenizas, para recuperar el autogobierno, para mejorar, juntos, nuestra tierra”.
