Borja Sanjuan, portavoz socialista en el Ayuntamiento de València y portador de la Real Senyera en el 9 d’Octubre, lució el número 229 en la solapa y en una manga de su traje para mantener presentes a las víctimas de la dana. El gesto, visible durante el acto institucional, subrayó su voluntad de integrar la memoria del desastre en una jornada de gran carga simbólica para la ciudad.
La Procesión Cívica por las calles quedó suspendida por la alerta naranja por lluvias. Por lo que la Senyera recorrió únicamente el interior del edificio municipal, con un pequeño trayecto por el Salón de Cristal. El cambio obligó a condensar el protocolo, pero no alteró el sentido del homenaje: el número bordado funcionó como recordatorio constante durante el ceremonial.
Recuerdo a las víctimas de la dana
Sanjuan afirmó que era el momento de llevar esa cifra para que estuvieran presentes quienes, según él, ya no están por la negligencia de Carlos Mazón. Con esa acusación, introdujo un componente de denuncia política en medio de un acto institucional. Así logró conectar el luto con la exigencia de responsabilidades.
Recordó que 229 personas perdieron la vida en la dana del 29 de octubre de 2024. Explicó que su intención era incorporar esa memoria al ritual del 9 d’Octubre. La cifra, situada en dos puntos visibles del traje, buscaba fijar la atención en las consecuencias humanas de la catástrofe. Pretendía evitar que el tono festivo desdibujara el dolor todavía reciente.
El portavoz también reivindicó la idea de un pueblo valenciano que se protege y se preocupa por los demás, una actitud que, según remarcó, ha atravesado todo el último año. Como ejemplo, evocó la imagen de quienes cruzaron el llamado Puente de la Solidaritat para ayudar tras la catástrofe. Este símbolo representó una respuesta ciudadana extendida y espontánea.
En conjunto, el gesto de Sanjuan condensó dos mensajes: homenaje a las víctimas y apelación a la responsabilidad y la solidaridad. En un 9 d’Octubre condicionado por la meteorología, la presencia del número 229 sirvió para convertir el protocolo en un espacio de memoria compartida.






