“Las enfermeras poseen una plena competencia técnica y científica en el ámbito del diagnóstico gracias a su formación rigurosa, habilidades clínicas avanzadas y práctica colaborativa interdisciplinaria”, según ha explicado el presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y vicepresidente del Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (COENV), Juan José Tirado.
Unas declaraciones que ha realizado el presidente del CECOVA durante su participación en la mesa redonda “Ámbito competencial de diagnóstico en las profesiones sanitarias. Delimitación de Responsabilidades” del VII Congreso de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana, celebrado en la sede de la Universidad CEU Cardenal Herrera y en el que han asistido el conseller de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Marciano Gómez, el rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Higinio Marín, y el fiscal jefe de la Comunidad Valenciana, José Ortíz.
El debate ha sido moderado por Pedro Rosado, doctor en Ciencias de la Salud-Fisioterapia. Y vicepresidente 1º de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana; y en ella han intervenido, además de Juan José Tirado, Josep Benítez, presidente del Colegio de Fisioterapeuta de la Comunidad Valenciana; Vicente Montalvá, secretario del Colegio de Ópticos Optometristas de la Comunidad Valenciana; Carlos Vilar, presidente del Colegio de Médicos de Castellón; y Rosa Arnau, presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón.
Durante su intervención, Juan José Tirado ha destacado la importancia del marco legal y ético en el ejercicio de las competencias de los profesionales sanitarios, resaltando que “las responsabilidades de cada profesión están claramente delimitadas, lo que garantiza una atención segura y de alta calidad para los pacientes”.
Según el presidente del CECOVA, “el diagnóstico enfermero es una parte fundamental del proceso de atención, que permite identificar las respuestas humanas a los problemas de salud, guiando así la planificación y ejecución de intervenciones”.
Los diagnósticos enfermeros se basan en la evaluación detallada del paciente y permiten a las enfermeras desarrollar planes de intervención específicos y eficaces. “La actualización continua de las competencias profesionales y el compromiso ético son esenciales para mantener los más altos estándares en la atención sanitaria”, ha afirmado Tirado.
Se debe tener en cuenta que la Asociación Norteamericana de Diagnósticos de Enfermería (NANDA-I), un diagnóstico enfermero es un juicio clínico sobre las respuestas de una persona, familia o comunidad a problemas de salud reales o potenciales. Estos diagnósticos proporcionan la base para las intervenciones de enfermería, de las cuales la enfermera es responsable. Esta definición destaca el rol clave que desempeñan las enfermeras en la atención al paciente, un ámbito en el que poseen autonomía y competencia técnica plena.
Los diagnósticos enfermeros se clasifican en tres categorías: diagnósticos reales, de riesgo y de promoción de la salud. Cada uno de ellos responde a diferentes situaciones clínicas, desde problemas de salud confirmados hasta la prevención de complicaciones futuras, y el fomento de la salud en el paciente. Esta clasificación es fundamental para garantizar una atención integral y personalizada.
Por ejemplo, un diagnóstico real podría ser “deterioro de la movilidad física relacionado con dolor postoperatorio”, mientras que un diagnóstico de riesgo podría ser “riesgo de infección relacionado con procedimientos invasivos recientes”. En el ámbito de la promoción de la salud, las enfermeras también juegan un papel clave, como en diagnósticos que sugieren “disposición para mejorar el conocimiento sobre el manejo de la diabetes”.
La precisión en la identificación de diagnósticos enfermeros facilita la comunicación entre los distintos profesionales de la salud, lo que se traduce en una atención más coordinada y efectiva. “El trabajo en equipo entre las diferentes disciplinas sanitarias es crucial para ofrecer una atención de calidad centrada en las necesidades del paciente”, ha indicado el presidente del CECOVA.
En resumen, los diagnósticos enfermeros no solo son una herramienta fundamental para planificar y ejecutar cuidados de manera sistemática, sino que también permiten evaluar y ajustar los tratamientos según la evolución del paciente. En palabras de Juan José Tirado, “la Enfermería se encuentra en la primera línea de la atención sanitaria, y su capacidad diagnóstica es esencial para garantizar un cuidado eficiente y basado en la evidencia”.
En países como Estados Unidos, el uso de diagnósticos enfermeros estandarizados, como los propuestos por NANDA-I, es una práctica común y reconocida en el ámbito de la enfermería. Aunque existen otras corrientes, la integración interdisciplinaria y la colaboración son esenciales para mejorar la atención sanitaria en todo el mundo.
En una línea similar ha argumentado su presentación el presidente del Colegio de Fisioterapeuta de la Comunidad Valenciana, quien ha aclarado que el diagnóstico del fisioterapeuta se ciñe a otros parámetros concretos que amplían el diagnóstico médico, como la reducción de funcionalidad que se produce tras una operación. Josep Benítez ha incidido en los “diferentes tipos de diagnósticos en función de la profesión y en que todos se complementan y no se sustituyen, de ahí los equipos sanitarios multidisciplinares”.
También ha respaldado esta visión de trabajar en equipo el secretario del Colegio de Ópticos Optometristas de la Comunidad Valenciana. Vicente Montalvá ha considerado que los médicos oftalmólogos diagnostican unas cuestiones y los ópticos optometristas otras. Y ha añadido que muchas de las patologías oculares las detectan ellos con los “exámenes visuales periódicos, como la tensión ocular”.
La ‘única’ potestad para diagnosticar
Con una opinión distanciada ha indicado el presidente del Colegio de Médicos de Castellón que “los únicos que actualmente disponen de potestad para diagnosticar y prescribir son los médicos”. Carlos Vilar ha realizado una defensa de su profesión frente a las “posibles intromisiones de otras profesiones en sus competencias”. Aunque ha matizado que la sanidad funciona por “equipos de diversas profesiones en las que cada una tiene asignadas unas competencias y unas responsabilidades”.
Malestar entre los farmacéuticos por ‘no contar con ellos’
Por último, la presidenta del Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón ha manifestado el malestar que viven los farmacéuticos cuando se toman decisiones relacionadas con los medicamentos, como guías o legislación de prescripción/indicación sin contar con ellos. También recordó la función de agentes sanitarios que realizan los farmacéuticos cuando recogen fármacos sin prescripción.
