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sábado, 27 abril 2024

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Rafael Torres, presidente de Confecomerç: ‘Económicamente 2022 no va a ser fácil’ 

El presidente de la patronal del comercio y servicios de la Comunitat Valenciana, Rafael Torres, repasa con Actualitat Valencia, las previsiones de la campaña de Navidad, la crisis de precios y la recuperación en 2022

Rafael Torres es el presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC) y de Confecomerç, la organización empresarial del comercio de la Comunitat Valenciana. Declarado como un gran defensor del asociacionismo, para Torres comprar en el comercio local significa seguridad, atención, servicio y calidez, por ello defiende que la vida y el motor de la ciudad es el comercio de proximidad, el de tú a tú.

Torres charla con Actualitat Valenciana sobre la situación del comercio local, de cómo han vivido y ha afectado la pandemia del coronavirus a los pequeños negocios del territorio valenciano, las previsiones de los comerciantes de cara a la campaña de Navidad con la aparición de la nueva variante omicron y el peligro de los rebrotes para la economía, así como encaran la recuperación para el 2022.

P: ¿Cómo definirías el comercio local? 

R: Como una estructura y algo absolutamente normal en la vida de las ciudades. Esto es algo que se ha demostrado precisamente con la pandemia y lo llevábamos diciendo mucho tiempo: el comercio da vida, seguridad, calidez, atención, servicio a las ciudades y es absolutamente necesario y esencial. Sin comercio no hay nada, somos el eslabón necesario entre la producción y el consumidor. 

P: ¿Qué siente cuando compra en el comercio local? 

R: Siento muchas cosas, sobre todo creo que comprar en el comercio local es vivir una experiencia absolutamente distinta, ya que al comprar en otros formatos más grandes la venta es más fría, rápida y más impersonal o en la compra online va más allá de la impersonalidad, mientras que el comercio local es una experiencia distinta. 

Aportamos un valor que nadie más puede hacer por esa calidad, el trato humano, el conocimiento que tiene el que está vendiendo, la especialización y sobre todo se sabe que al comprar en el comercio local se aporta el granito de arena en el entorno fomentando empleo, generando riqueza, seguridad y sostenibilidad. El comercio de proximidad es la ciudad, sin comercio no hay ciudad.  
 

P: Has nombrado algunas de las ventajas, pero ¿qué desventajas presenta el comercio local y debe potenciar? 

R: Hay que ser conscientes de que tenemos muchas ventajas, a veces el hecho de ser más pequeños no es una desventaja sino una ventaja porque podemos ser más flexibles o rápidos para reorientarnos. Pero si es verdad que estamos en un punto de digitalización muy inferior y en eso tenemos que mejorar, aunque lo estamos haciendo a raíz de la pandemia que no ha puesto delante un espejo.

Pero hay que tener en cuenta que los comercios son muy pequeños y la fuerza laboral no llega a cuatro personas de media, por tanto, no hay departamentos de marketing o laborales, todos hacemos de todo y no tenemos tiempo de dedicarnos a todo. 

“Van a convertir València en una Venecia en la que haya de todo menos vecinos y comercios tradicional”.

P: Quizás otro eslabón que tambalea es la comunicación a través de las redes sociales o la adaptación a nuevos formatos como el delivery o envíos, ¿no cree?

R: El comerciante tiene que ser consciente de que tiene dos tiendas o incluso tres. Llevamos muchos años y generaciones acostumbradas a levantar una persiana y a esperar que entre el cliente o enviar cartas en fechas señaladas, y ahora mismo con la digitalización conlleva trabajar más para conseguir lo mismo o un poquito más. Se tiene dos tiendas una física y otra online, con dos clientes, por tanto todo se ha duplicado y hay que atender y desdoblarse para hacer un esfuerzo todavía mayor.

Por ello desde la confederación hacemos tutorías digitales con un montón de comerciantes para que ellos no se desorienten y sepan centrar el disparo para saber que hacer y dónde invertir el dinero para ‘no matar moscas a cañonazos’.   

Rafael Torres, presidente de la confederación de comercios de la Comunitat Valenciana (Confecomerç) | J.ZAPATA

P: ¿Cree que los comerciantes pierden calidad de vida por adaptarse a los ritmos y horarios de las grandes tiendas o superficies? 

R: Muchas veces se nos acusa injustamente de no querer afronta la realidad o adaptarnos al futuro, pero es absolutamente falso por una sencilla razón, nosotros no tenemos una capacidad de hacer un convenio colectivo que permita, por ejemplo, no pagar los festivos como tiene otros formatos comerciales. Además, no podemos estar abiertos todos los domingos del año fundamentalmente porque no es verdad que sean rentables porque no es absolutamente rentable para nadie, lo que se vende en domingo deja de venderse en sábado, lunes o martes. 

Pero tenemos que ser capaces de adaptarse a la digitalización porque así estaremos 24 horas al día con los escaparates levantados y no hace falta estar físicamente en abierto. No somos partidarios más que en determinadas épocas por eso aquí en la Comunitat Valenciana hemos llegado a un pacto de horario en el que más o menos todos estamos cómodos y sabemos en qué escenario jugamos. 

“Cerca del 20% del tejido comercial de proximidad ha cerrado como consecuencia de la pandemia”.  

P: ¿Cree que la peatonalización ayuda o perjudica al comercio? ¿Dónde se posiciona? 

R: La peatonalización no es mala, quien diga que eso se equivoca porque cuanto más espacio tengo el peatón mejor, pero hay que procurar las condiciones para que el peatón llegue adecuadamente. Si haces lo que están haciendo en València influye mucho al resto de la Comunitat.

Si tu simplemente impides por qué no te gusta el vehículo privado no estás facilitando que accedan, y si no das una alternativa eficiente con trasporte público estás generando un perjuicio para el desarrollo. Eso está viviendo València con el cierre del centro histórico y quitándole líneas de autobús.

Están haciendo un entorno absolutamente ideal para los turistas que vienen a conocer la ciudad y comer, pero está expulsando a la gente que quiere vivir porque no puede ser un barrio que deja de tener ese comercio. Al final van a lograr tener un parque temático de comida rápida y de producción de souvenirs, van a convertir València en una Venecia en la que haya de todo menos vecinos y comercios tradicional. 

P: En la zona de Ciutat Vella todavía quedan, aunque cada vez menos, comercios tradicionales y de artesanía, ¿Cómo se puede evitar los cierres y potenciar estos comercios? 

R: Si el negocio no es una opción viable, no somos partidarios de ayudar por ayudar, yo creo que los negocios tienen un ciclo de económico y va por épocas. Si tú tienes un negocio que es viable, bien planteado y con un nicho de mercado muy importante, a pesar de los precios en otros formatos que lo hagan más difícil competir, hay en juego otros valores añadidos y que ahora se están potenciando y se valoran cada vez más como la especialización.  

Las administraciones deben proporcionar beneficios fiscales y ciertas ayudas porque hay que considerar que son comercios estratégicos que aportan un valor en todo el comercio y genera un valor al entorno de la ciudad y algo diferente. Hay que proteger el comercio diferencial con fórmulas fiscales y ayudas directas.

“El comercio de proximidad es la ciudad, sin comercio no hay ciudad”.  

P: ¿Usted pronosticó en 2020 pérdidas de miles de millones para el comercio, se han pronosticado todos los malos resultados? 

 
R: En la Comunitat Valenciana se hicieron unos pronósticos de pérdidas de alrededor 60 millones, pero esa cifra global y solo contaba los datos de 2020 y este año será superior porque han seguido habiendo perdidas. Además, en ella están incluidos el sector alimentación, la venta hogar y equipamiento personal, de estos la alimentación y el hogar han crecido, la gente sigue invirtiendo en sus casas con reformas, electrodomésticos con cifras incluso superiores a 2019.  

Pero el gran problema y es lo que compensa es el sector del equipamiento personal y moda que se habrían perdido alrededor de 5.000 o 6.000 millones, en 2020 sobre un 30% de media en equipamiento y el 50% en moda. La moda está empezando a despuntar, pero sigue en cifras inferiores incluso a 2020 y con un 30% respecto al 2019, todavía está muy dañado y necesita mucho tiempo para reactivarse.  

Rafael Torres, presidente de la confederación de comercios de la Comunitat Valenciana (Confecomerç) | J.ZAPATA

P: ¿Cuántos pequeños comercios estima que se han podido cerrar por la pandemia? 

R: No tenemos datos concretos porque es dificilísimo, es decir, los centros comerciales cierran uno y en seguida se puede contar y la información es muy clara. Nosotros somos miles y miles de comercios, pero recopilando la información que nos da cada una de las asociaciones llegamos a la conclusión que cerca de un 20% del tejido comercial de proximidad.  

P: ¿Qué sector es el más afectado? 

R: Principalmente han cerrado el comercio tradicional que no ha podido aguantar, muchos estaban a punto de jubilarse y lo han adelantado, otros han entrado en colapso financiero y otros han aguantado porque han tirado de riñón personal.  

Una gran marca si tiene objetivos de ganar un 10% y gana un 2%, igual cierra la tienda. Mientras que un pequeño comercio familiar no cierra porque para ello tiene que tenerlo pésimo y ver el futuro absolutamente negro, que no tiene posibilidad de salir de ese agujero y que cada vez tiene que poner más dinero de su propio bolsillo. Podría haber sido peor, ya que el daño es mayor a los cierres, pero hay que poner el valor la resistencia y resiliencia del pequeño. 

P: Especialmente se han visto dañados y más han reducido sus ventas el sector del equipamiento personal y la moda como usted ha destacado ¿no? 

R: Si, todo aquello que tiene que ver con la falta de movilidad o falta de vida social, como ropa, complementos, joyería, perfumería…Todo aquello que tiene que ver con una vida normal, abierta y libre se ha resentido muchísimo. Por el contrario, en el equipamiento personal ha subido la ropa deportiva, la venta de muebles, electrodomésticos, ferretería siguen subiendo. 

P: ¿Y los sectores que más han crecido a raíz de la pandemia?  

R: La alimentación, aunque luego se regula y ya está en niveles prepandemia, pero sobre todo el equipamiento del hogar está fuerte especialmente en electrodomésticos tanto grandes como pequeños como televisiones, consolas e incluso ropa del hogar. Las navidades pasadas el producto estrella fueron los batines, no se vendía ni un solo pantalón ni falda, pero se blandían batines, babuchas, chándal para estar en casa.  

“No podemos estar abiertos todos los domingos del año fundamentalmente porque no es verdad que sean rentables”

P: ¿Cómo ve el horizonte de la recuperación para 2022? 

R: Incierto, en un entorno normal que no hubiera rebrotes, ni la variante omicron ni las siguientes que vendrán, esperábamos la casi recuperación para finales de 2021 pero ahora estaremos un 10% por debajo a la de 2019 con esta campaña, la del año creo que va a ser peor.. Respecto a la facturación esperamos si no surgen nuevas cosas y nuevas restricciones, porque todo está muy difícil, que hacía mediados del 2022 tengamos algo parecido a antes de la pandemia. 

Pero será menos rentable como consecuencia de la inflación, que parece que ha venido para quedarse al menos hasta el segundo semestre de 2022, el desajuste de los precios con el encarecimiento de las materias primeras o la crisis de transportes. Veremos una subida de precios intensa y muchos sectores no se pondrán mantener y con una inflación del 5% bajará la capacidad de gasto, que por mucho ahorro acumulado no saldrá de la misma manera porque se retendrá o esperaran a que baje.  

Esto puede provocar más ofertas y que los márgenes se diluyan, por lo que económicamente no va a ser fácil porque además vamos a tener que empezar a devolver los ICO y creo que gran parte del sector no está en condiciones de devolverlo. El gobierno debe ser consciente porque va a ver una serie de impagos tremendos.  

P: Entonces la campaña la ve con conformismo, pero el año negativo ¿no? 

R: La campaña la vemos positiva en términos de ventas, estamos contentos de cerrar con un 10% por debajo, que en un año normal sería un caos porque se están recuperando las facturaciones. Vemos ganas en el consumidor, por ejemplo, el Black Friday funciono bien, no tan bien como otros años porque no hubo tantas ofertas, o bien porque el consumidor está más contenido o porque ya va calando que los mejores precios no están durante esta fecha. 

Igual que el puente de diciembre, la gente tiene ganas de salir y comprar, aunque no hubiese tantas ventas, pero generó una sensación de dinamismo que hace tiempo que no había y ese aspecto nos ha animado bastante. Ha ocurrido en casi todas las poblaciones, por ello estamos positivos a pesar de todo.  

Rafael Torres, presidente de la confederación de comercios de la Comunitat Valenciana (Confecomerç) | J.ZAPATA

P: Hemos hablado de la inflación, el transporte, el encarecimiento de la energía, ¿cómo puede afrontarlo el pequeño comercio todo esto de repente?  

R: Pues mucho más difícil que un gran comercio porque cuando tú tienes una estructura grande puedes diluir un poco más ese efecto, mientras que en un pequeño comercio con menos espacio, stock o productos, la repercusión de ciertos costes es mucho más directa y es más difícil de sostener sin subir los precios. Se está intentando frenar porque saben que si suben los precios es más complicado competir, pero llega un momento que va a ser generalizado.  

Por ejemplo, la alimentación para Navidad hay productos que están absolutamente disparados y la gente lo puede aguantar una temporada, luego ya no y eso baja las ventas. Cuando las cosas valen más y el dinero es el mismo, se vende menos.  

“Sí las ayudas no eran suficientes y no había manera de llegar a todos, la única manera era bajar los impuestos”

P: Como presidente de Confecomerç has comentado varias veces que la población española tiene más capacidad de gasto por el dinero ahorrado durante la pandemia, pero con la subida de los precios, ¿cree que se van animar a comprar? 

R: En 2020, se generaron 70 mil millones demás de ahorro sobre un año normal, esa bolsa de exceso es la que está ahí latente. Lleva meses saliendo y la expectativa era que saliera sobre todo en la campaña de Navidad. Esperemos que eso compense ese crecimiento de facturación y la reducción de márgenes, aunque algunos han trasladado ese incremento ya a los precios.  

Por eso es una pena que habiendo demanda, dinero retenido y ganas de salir y consumir que por culpa de esta situación, no sea tan positivo como debería haber sido.  

P: En cuanto a las ayudas de los gobiernos autonómicos y estatales para el pequeño comercio, ¿han sido suficientes? ¿han actuado bien? 

R: Creo que han actuado tarde, en algunos casos a nivel puntual algunos ayuntamientos han actuado bien, pero en algunas concejalías y otras no. No hay dinero suficiente en ningún ayuntamiento para rescatar a todos los sectores económicos y eso somos conscientes, pero si deben ser eficientes a la hora de sacarlas y repartirlas, no pueden llegar ocho meses después porque igual es tarde.  

Siendo conscientes de que te lleguen 2.000 o 3.000 euros no te salva una pérdida de facturación del 30%, dependiendo del tipo de negocio, pero si facturas 200.000 euros al año, dos mil euros te puedan ayudar a pagar los sueldos un mes, pero poco más.  

P: Por ello, ¿cree que han ayudado lo suficiente al pequeño autónomo? 

R: Aunque no quiero entrar porque es un tema muy politizado…como sector ya que en estas circunstancias las ayudas no eran suficientes y no había manera de llegar a todos, la única manera era bajar los impuestos y se ha hecho lo contrario, subirlos a nivel local, autonómico, solo algunos ayuntamientos han bajado el IBI.  

Pero el caso más evidente es el Resistir Plus, que al ser los criterios son tan exigentes que se van a perder 380 millones. Hay un punto clave en este fallo, la necesidad, es decir, que hayas bajo al menos un 30% la cifra de facturación en 2020 respecto en 2019, pero hay miles y miles de empresa que no han bajado un 30% y sí han entrado en pérdidas.  

Si tú tienes márgenes escasos y bajas un 10% a lo mejor cierras, por ello el criterio ha sido simplista y es producto de la no escucha a los diferentes sectores económicos y como consecuencia se van a perder cerca de 400 millones por decisiones del gobierno central porque la verdad, aquí la Generalitat ha intentado hacer lo posible para flexibilizar el 30%. 

Rafael Torres, presidente de la confederación de comercios de la Comunitat Valenciana (Confecomerç) | J.ZAPATA

P: Desde Confecomerç habéis lanzado una campaña muy innovadora que pretende acercar al consumidor el pequeño comercio potenciando la digitalización. ¿Cómo ha sido la acogida?  

R: No es una campaña de ventas, no vamos a medirlo en términos cuantitativos sino en cualitativos. La recepción por parte de todas las asociaciones ha sido buenísima, les ha encantado porque es fresca e innovadora y sigue la línea de la primera campaña y siempre tratando de concienciar en positivo.

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