El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico financiará la regeneración de playas dañadas en la costa valenciana con obras por valor de más de 42,6 millones de euros. Se trata de la mayor inversión en esta materia realizada en España. Además, persigue dar una solución a largo plazo a los problemas de regresión costera, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La inversión total asciende a 42.659.244,47 euros y se focaliza en tramos del litoral con pérdida continuada de arena. El objetivo es recuperar la anchura útil de las playas, mejorar su estabilidad y proteger infraestructuras y equipamientos costeros. Estas medidas contra los temporales buscan reducir la erosión.
La firma del contrato ha corrido a cargo del secretario de Estado de Medioambiente, Hugo Morán. Las actuaciones se repartirán entre las playas de Canet, Almardá, Corinto y Malvarrosa. Esto se realizará en los términos municipales de Canet d’en Berenguer y Sagunto; El Perelló, El Pouet y Les Palmeres —en Sueca; y El Marenyet y L’Estany —en Cullera.
Plan de obras y calendario
El plazo previsto de ejecución es de cinco meses desde el inicio de los trabajos. Se estima que podrían iniciarse en enero con acciones ambientales previas. También, la construcción de espigones en las playas de Cullera forma parte del plan. Estas estructuras están destinadas a estabilizar la arena y reducir el impacto del oleaje en los puntos más vulnerables.
Los trabajos principales incluyen el aporte masivo de sedimento y su extendido y perfilado, junto con la restauración dunar y la mejora de accesos. Con ello se busca recuperar superficie de arena, reforzar los sistemas dunares como barrera natural y facilitar entradas más seguras para usuarios y servicios.
La regeneración requerirá el dragado de arena de un banco submarino situado frente a la costa de Sueca y Cullera. El material será trasladado y colocado en la playa mediante un sistema de tuberías flotantes, sumergidas y terrestres. Esta metodología permite mover grandes volúmenes con continuidad y depositarlos de forma precisa en las zonas con mayor déficit de sedimento.
Con esta intervención, el Gobierno pretende frenar el retroceso de la línea de costa. Además, busca disminuir los daños provocados por temporales y mejorar el uso público de los arenales más afectados. La magnitud del presupuesto permitirá actuar de forma coordinada en varios tramos del litoral valenciano. Como resultado, dejará una base más resistente que facilite el mantenimiento futuro de estas playas.
